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Mira

9, enero 2016 - 23:34

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CINCINNATI, Ohio.- En una auténtica batalla de postemporada, los Bengalíes de Cincinnati echaron por la borda un histórico cuarto periodo y le permitieron a Chris Boswell quitarse todos sus fantasmas al decretar el triunfo de los Acereros de Pittsburgh por 18-16, lo que los catapultó a la ronda divisional en donde enfrentarán a los Broncos de Denver.

El clásico del Norte de la AFC se repetía por tercera ocasión en el año, y como en las dos ocasiones anteriores, se definió por pequeños detalles. El Paul Brown Stadium fue un manicomio a lo largo de los 60 minutos de acción y ni la intensa lluvia que cayó en Ohio fue impedimento para que Pittsburgh se sintiera incómodo sobre el emparrillado.

Con la ausencia de Andy Dalton, por lesión, en los controles de la ofensiva de Cincinnati, los pupilos de Marvin Lewis propusieron un encuentro de pocos puntos, con una batalla en las trincheras y que los pateadores desnivelaran la contienda. Y aunque el resultado final no fue el esperado, la estrategia le resultó a la perfección.

A sabiendas que el pateador de Acereros, Chris Boswell, ha sido el punto débil de su equipo a lo largo de todo el año, el pateador brindó su mejor partido en el momento más oportuno. La inseguridad que refleja en cada intento de gol de campo, se esfumó durante una noche, para beneplácito del equipo más ganador en la historia de la NFL.

El encuentro comenzó al ritmo que dictaminaron las defensivas. Eran ellas las que tenían el dominio y desde su costado mantuvieron el cero en el marcador durante el primer parcial. Sorprendentemente ni por tierra ni por aire se movían las cadenas, hasta que llegaron los errores sobre el final del segundo periodo.

En dos minutos, los equipos intercambiaron el ovoide en una ocasión por bando. Primero Pittsburgh fue víctima de un fumble que Cincinnati no pudo capitalizar, y después fueron los anfitriones los que perdieron la posesión tras una intercepción de AJ McCarron. El quarterback de segundo año en la liga pagó su derecho de piso en la postemporada.

Tras ese regalo de McCarron. Boswell convirtió un gol de campo de 39 yardas. Antes de terminar el primer tiempo, de nueva cuenta el pateador conectó su segundo intento para el 6-0 parcial.

Para el complemento, los Acereros mostraron sus mejores credenciales al por fin registrar una jugada grande al ataque. Ben Roethlisberger y Antonio Brown, la mejor dupla de la liga, tuvo su momento de lucidez y por conducto de un pase de 60 yardas se pusieron en zona de anotación. En la siguiente acción, Martarvis Bryant anotó el primer TD del encuentro (15-0). La ‘Cortina de Acero’ tenía el total dominio del juego, hasta la última jugada del tercer parcial.

El liniero defensivo Pat Sims capturó y golpeó fuerte a Roethlisberger. El quarterback sufrió un duro impacto en su hombro izquierdo que lo obligó a retirarse del emparrillado.

Los Acereros se quedaban sin su gran referente en la parte crucial del partido, y los Bengalíes le sacaron provecho a la situación. Entre el desconcierto rival, despertó McCarron para guiar a su equipo hasta la anotación tras un acarreo de touchdown de Jeremy Hill.

Cincinnati se acercó (15-7) y lo seguiría haciendo tras un gol de campo de Mike Nugent. Los locales iban a recuperar el ovoide con cuatro minutos en el reloj para darle la vuelta al partido.

Si Landry Jones, sustituto de Roethlisberger, fue incapaz de responder en el momento oportuno, McCarron lo haría a falta de un minuto con un pase de 25 yardas a AJ Green para que el receptor llegara a la zona prometida (16-15).

Cuando todo estaba encaminado para que los Bengalíes cortaran una racha de cinco eliminaciones consecutivas en la ronda de comodín y colocarse en la divisional por primera ocasión desde 1990, sus propios errores sellaron su tumba.

Una serie de desconcentraciones en el lapso final le dio vida a Pittsburgh. Primero un balón suelto de Jeremy Hill, después dos castigos que le dejaron el ovoide en territorio de Boswell, en donde el pateador no fallaría al convertir su cuarto gol de campo del partido. Fue la noche soñada para Chris Boswell y la noche triste para Cincinnati.