UN cumpleañero más, un nuevo pastelazo.
Así lo dicta la costumbre en el nido de Coapa, donde aprovechan cada momento para celebrar al festejado y arroparlo con abrazos y mañanitas, además de un rico pastel que se convierte en una auténtica mascarilla para el jugador.
En este caso fue Oribe Peralta, quien luego del entrenamiento se reunió con todos los compañeros para entonar las tradicionales mañanitas debido a un aniversario más, el número 32 para el también seleccionado nacional.
Al centro de la mesa un suculento pastel con el símbolo americanista y el “Felicidades Oribe” fueron el preámbulo de las risas y camaradería.
No faltó quien desde antes distraía a Oribe con abrazos y los mejores deseos para que el resto del plantel planeara la travesura.
Sinceras y cálidas fueron las mañanitas que se entonaron, para acto seguido dar paso a un semicírculo en donde los jugadores más cercanos lideraron la fechoría.
Ahí estuvieron Darwin, Arroyo, Sambueza, Mares, Andrade y Muñoz, los que se encargaron de llevarlo a lo más profundo del pastel. En el caso de Darwin, lo hundió al máximo hasta que Peralta encontrara fondo, por lo que desató el diluvio de risas y camaradería.
Oribe no lo podía creer, con poca visión no sabía a quién recriminarle y sólo se dedicó a disfrutar el momento, pues sabe que el pastelazo es parte de las costumbres en el nido de Coapa, pues fomenta las alegrías, unión y buena vibra entre cada uno de los jugadores.
Así fueron los 32 años del “Hermoso”, con pastelazo. (Fotos: Club América)