GLENDALE, Arizona.- La figura de Larry Fitzgerald se agigantó en el momento clave para que los Cardenales de Arizona se repusieran de la envestida de los Empacadores de Green Bay al derrotarlos en tiempo extra por 26-20, ubicándose en la antesala del Súper Bowl 50.

Los Empacadores llegaban al estadio de la Universidad de Phoenix con la intención de quitarse los fantasmas que arrastran desde hace tres semanas, cuando Arizona los derrotó por 30 puntos sobre el final de la temporada regular.

Mike McCarthy realizó los cambios necesarios para evitar otra catástrofe. Le brindó protección a Aaron Rodgers y su defensiva le puso presión de manera constante a Carson Palmer, con esos cambios, el juego se tornó parejo, aunque para su mala suerte el resultado final se mantuvo por la misma línea.

Pese a que fueron los Cardenales los que abrieron el marcador en el primer cuarto con un pase de anotación de Palmer a Michael Floyd (7-0), era Green Bay el que tenía el dominio del juego.

Rodgers y su movilidad fueron indescifrables para los linieros locales, los mismos que lo habían capturado en ocho ocasiones hace 21 días, ahora no le vieron el polvo, y el ataque visitante anotó 13 puntos sin reacción. Dos goles de campo del veterano Mason Crosby y un TD de Jeff Janis le dieron la vuelta a la pizarra (13-7).

Los segundos sembrados de la NFC reaccionaron de manera inmediata acompañados por el factor suerte. Tras un gol de campo de Chandler Catanzaro, Arizona anotó su segundo touchdown gracias a una carambola que provocó que después de un desvío de un defensivo de Green Bay, el balón terminara, para desgracia de los Empacadores, en las manos de Floyd en la zona prometida.

Una vez más los locales tenían la ventaja (17-13), por lo que Rodgers y compañía tenían que remar contra corriente. Fue hasta la última jugada del tiempo regular, gracias a un bombazo de 41 yardas de nueva cuenta a Janis, que Green Bay empató a 20 para mandar la batalla al suplementario.

Rodgers y los Empacadores lo volvieron hacer, el ‘Ave María’ los volvió a salvar como ante los Leones de Detroit en la Semana 12.

En el tiempo extra, con todo en contra, fue el referente de Arizona el que respondió para mantener a su equipo con vida. Fitzgerald recuperó su mejor versión, la misma que comandó a los Cardenales al Súper Bowl XLIII, para sumar 80 yardas en dos jugadas y sellar el triunfo local.

El estadio hirvió de emoción y esperan rival, pese a las dos intercepciones que tuvo Carson Palmer.

Green Bay se quedó con las ganas de obtener su décimo segundo éxito como visitantes en la postemporada, y con ello igualar la marca de la liga en poder de los Vaqueros de Dallas.