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17, enero 2016 - 22:28

┃ ESTO

nota-toros-morante

POR HORACIO SOTO CASTRO
FOTOS: ALEJANDRO VILLA

VAN a faltar adjetivos para calificar la grandiosa faena que pintó el diestro sevillano José Antonio Morante Camacho, Morante de la Puebla, pues como él no hay que escatimar lo sublime de esa obra maestra, pues con anterioridad se dirigía uno al andaluz nombrando su apelativo o bien con su nombre de guerra, pero lo que realizó en la Plaza México fue de una belleza etérea que se impregnó en el infinito.
Morante de la Puebla se sublimó y destapó el frasco de la esencia y esparció ese aroma por todo el mundo taurino al pintar con un ramillete de pinceladas de arte puro la faena que le hizo al toro 147, Debutante, con 539 kilos, de la ganadería de Teófilo Gómez, y resultó un todo, un cuadro alegre, multicolor, con pintura brillante con los más finos pinceles que se deslizaban sobre el lienzo con una suavidad extraordinaria e iban dejando su estela de belleza.
El de Puebla del Río ya había venido en varias ocasiones a las temporadas a la plaza más grande del mundo, en unas por avaricia y otras porque no estaba inspirado o no le acompañaban los duendecillos que lo animaban, y ahora trajo su séquito de duendes desde un principio porque la sonrisa la esbozaba de constante. Morante salió inspirado y en la tarde de ayer cuajó dos faenas que hicieron vibrar a los aficionados que no se cansaron de corearlo.
Con Debutante desde que se abrió de capa no esbozó sino que afirmó bregando como un maestro al toro y cerrar con una media de gran resplandor y luego del castigo quitó por chicuelinas aterciopeladas, suaves y de gran calidad, llevando embebido al toro en los vuelos del capote.
Con la franela inició su cuadro por el lado derecho con temple llevando al toro con arte, jugando la muñeca como si fuera mesada por una tela de seda y ejecutando al final el desdén elegante, adusto, pero con mucha clase… continuó bajo ese tenor con el brazo derecho, siempre sin bajarle el ritmo al temple y lograr un cambio de manos de ensueño. Se adornó con gusto y toreó por alto y ligar un molinete para dejar listo para la suerte suprema a Debutante. Se fue por derecho y cobró un estoconazo que hizo rodar al astado y entre gritos de ¡torero… torero! los tendidos se cubrieron de blanco para que el juez soltara una oreja y luego de que valoró la solicitud entregó la otra. Arrastre lento al toro que fue bravo, con calidad y que aguantó una faena larga y gran ovación para Morante, que dio la vuelta entre ensordecedoras ovaciones y devolviendo toda clase de prendas, y Morante, feliz, no borró la sonrisa.
En su primero de nombre Amigo Nacho, Morante de la Puebla puso sobre la arena una prueba de lo que iba a suceder y arrancó sonoros olés al torear rítmicamente el capote, al torear a la verónica a un toro escaso de fuerza. Y también le elaboró una faena con arte, temple y de luminosidad. Ayudados en redondo y con mucha ligazón. El toro ya terminaba con la cabeza arriba, pero Morante le dio muletazos de gran mérito. Desafortunadamente en la hora de la verdad dejó un feo bajonazo, pero aun así le hicieron salir al tercio.

“EL PAYO”
Octavio García “El Payo”, que no se deja pisar la sombra, replicó a Morante con una actuación de gran torero y profesional. A su primero solamente lo bregó atinadamente por la embestida descompuesta del toro y en quites lo hizo por ceñidas chicuelinas. E inició su faena con un inicio poco usual al ejecutar una arrucina y cuajó una faena derechista básicamente con muletazos templados y de calidad, con mando que calaron fuerte en los tendidos. Intercaló naturales de calidad para una faena bien estructurada. Estuvo valiente “El Payo” y aguanta pies firmes cuando el toro se le quedó a media surte. Señaló un pinchazo hondo y al cuarto golpe de descabello para retirarse en silencio. Con su segundo salió más decidido, pero no tuvo colaboración con su enemigo. Se llevó al toro al caballo con saltilleras, gaoneras y una bella revolera que hizo exclamar a los aficionados. Inició la faena por alto sin moverse y luego naturales y ayudados con temple y determinación. El toro se fue a la querencia y ahí el diestro le arrancó pases de enrome valía. Media estocada y lo hicieron saludar en el tercio.

“ARMILLITA IV”
Fermín Espinosa “Armillita IV” no estuvo en su noche, a pesar de que él estuvo haciendo bien las cosas, con profesionalismo y taurinismo. Su primero fue protestado por el escaso trapío y todo lo que hizo no se lo tomaron en cuenta. Con su segundo también estuvo haciendo bien las cosas, pero no le cambió el ánimo al público y además señaló varios descabellos y se retiró en silencio.

LA CORRIDA
La ganadería de Teófilo Gómez envió un encierro fino, parejo y acudieron a los caballos sin mucho celo y estuvieron escasos de fuerza salvando la divisa el corrido en cuarto lugar al que Morante de la Puebla le cortó las dos orejas.
Tarde soleada y hasta con calorcillo. Sin viento y en los tendidos fueron ocupados por unas doce mil personas.

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