POR ALMA ROSA CAMACHO
FOTOS: ALBERTO MONTALVO

“UN reconocimiento físico es satisfactorio y simbólico, pero el más grande premio es el aplauso del público, que es para nosotros lo máximo”, coincidieron en señalar don Humberto y Emir Pabón, del grupo Cañaveral, quienes en la mañana de ayer lanzaron su álbum con DVD “Que venga la noche”, con el que arrancan la celebración de sus 20 años de pura cumbia.
En entrevista con ESTO en un restaurante de Polanco, hablaron de lo que les ha representado fusionar su sonido con voces como María León, de Playa Limbo, con “No te voy a olvidar”; Jenny and The Mexicats, “Tiene espinas el rosal”; Óscar de la Rosa, “La María”; con José Guadalupe Esparza, “Popurrí Bronco” o con Valentino “La noche”, cuya melodía ocupó el quinto lugar en el gusto del público en el pasado mes decembrino.
“Para nosotros no hay dueto que no nos haya agradado. Y a todas aquellas cantantes, intérpretes o grupos les agradecemos su colaboración con nosotros, que han sumado poco más de 10”.
Así con “Que venga la noche”, que es una compilación de duetos, grupo Cañaveral reafirma dos décadas de trayectoria llevando su fiesta en el corazón y en la vida de la gente.
Anunciaron que están ya en la selección de nuevos temas para su nueva producción conmemorativa de los 20 años de pura cumbia también.
Reconocieron que el hecho de intervenir como tales en telenovelas como “Amor de barrio”, los lleva a captar otro sector de la población, “las novelas en la pantalla chica nos provocan entrar en el gusto de jóvenes y hasta de niños, porque nos enteramos que Cañaveral tiene este sector de la población que cantan nuestras melodías”.
Emir Pabón confió que no le es ajeno ser “coach” en el reality musical “La Voz… México”, ya que “Miguel A. Fox es un gran amigo. Y es el momento que no ha habido un acercamiento de mi parte hacia él, pero no lo descarto”.
Sin embargo, informó que “sí hay propuesta de otro proyecto de reality que se empezará a grabar este año. Es un proyecto muy ambicioso, del cual no puedo hablar con detalle porque ‘del plato a la boca, se cae la sopa’ y es tiempo de esperar”.