PUEBLA.- Con poco filo en las garras y en los dientes, Jaguares y Veracruz se hicieron poco daño en cancha neutral e igualaron 1-1 en el estadio Cuauhtémoc, hogar del primo de los felinos.

Horacio Cervantes puso adelante a los jarochos con un testarazo a balón parado demostrando que es la especialidad del equipo del “Maestro”; mientras Emilio Armenteros clavó las garras del Jaguar con un golazo en tiro libre directo.

De esta forma, los hombres de Ricardo Antonio LaVolpe se colocaron en la séptima posición de la tabla general con 4 unidades, mientras los jarochos sumaron su tercer duelo sin ganar, contexto por el cual se colocaron en la décimo quinta posición con dos puntos.

El próximo duelo de los jarochos será en el Luis “Pirata” Fuente ante Xolos y Jaguares visitará la Capital para medirse ante Cruz Azul.

 MORDIDA Y RASGUÑO

Fuera de la selva, Jaguares sufrió …

Lejos de su hábitat y del calor de su gente, gracias a la visita de Su Santidad, Francisco I. Chiapas utilizó la casa de su “primo” Puebla para enfrentar a unos Tiburones Rojos heridos por el castigo a su dueño, en un duelo que retribuyó lo pronosticado, emociones.

Desde el silbatazo inicial de Fernando Guerrero, los pupilos de Ricardo Antonio LaVolpe se convirtieron en dueños y amos del esférico, por lo que continuamente tocaron la puerta de Melitón, que gracias a la oportuna intervención de la zaga tuvo poco trabajo pero mucho “susto”, pues los selváticos parecían estar cerca de abrir el marcador.

Una y otra vez Romero y Hurtado erraron disparos y cabezazos frente a las grandes fauces de los escualos, generando así desesperación en el “Bigotón”, quien anhelaba inaugurar el duelo.

De pronto un aire helado congeló al ex técnico mundialista… De un sorpresivo aletazo los Tiburones asestaban una letal mordida. Viniendo de atrás en pelota parada, especialidad del equipo del “Maestro” Reinoso; Horacio Cervantes metió un testarazo para doblegar al “Ochoa” Jiménez, quien únicamente observó como la pelota perforaba su arco.

La letal tarascada de los escualos despertó la furia de los chiapanecos, quienes aprovecharon que en el Puerto Jarocho aún festejaban la anotación del zaguero para encajar sus garras en las branquias y quitarles el aliento.

Luego de un poderoso ataque el cual únicamente pudo ser detenido por los veracruzanos con una falta. Emilio Armenteros afinó su puntería, recargó el fusil y sacó un potente disparo que superó la barrera y se incrustó en la meta jarocha, desatando una enorme alegría en las tribunas del Cuauhtémoc, su casa prestada, la cual fue llenada por el público jarocho, quien exigió un arbitraje “justo”, ya que en los últimos duelos se sintieron apuñalados.

Tras la igualada, el duelo se centralizó en el medio campo y se tornó en una batalla encarnizada por el esférico, situación por la cual brotaron un par de amonestaciones, pero la pasión que se derramaba en el campo fue detenida por el silbatazo de Guerrero, que daba fin a los primeros 45 minutos.

¡SUSTOS!

Para el complemento, ambos equipos salieron más precavidos y parecía que firmaban el empate, por lo que el juego tuvo ocas jugadas de peligro en ambas metas, hasta que de pronto, Jaguares violentó nuevamente el encuentro. Avilés Hurtado utilizaba su velocidad para generar llegadas al área visitante, estrellando un disparo en el larguero escualo, haciendo suspirar a las gradas.

Veracruz no quiso quedarse atrás, por lo que el “Maestro” ingresó al joven Diego Chávez en el medio campo para tener más movilidad, al grado de darle la oportunidad más clara a los veracruzanos de ganar el duelo, pero Óscar Jiménez le puso el “pechos a las balas” para salvaguardar su arco y así sellar la igualada a 1-1.