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24, enero 2016 - 22:44

┃ ESTO

Nota-Toros-El Juli

POR HORACIO SOTO CASTRO

Inexplicable actitud del juez Gilberto Ruiz Torres al robarle descaradamente los trofeos al matador Julián López “El Juli”, quien ha realizado una faena de antología en la Plaza México al magnífico toro 167, Malagueño con 540 kilos de la ganadería de Montecristo, cuando la plaza en pleno solicitaba el rabo de ese toro.

Desde luego el juez debió haber tenido un motivo para no haber premiado esa obra de arte del diestro madrileño, pero por muy importante que haya sido la razón para actuar de esa manera no se justifica de ninguna forma.

Desafortunadamente no pudimos entrevistar al juez, si así se le puede llamar, para que explicara el suceso que encendió los ánimos del público que a coro pedían su cabeza, solicitaban la presencia de otro juez y salió a relucir la “porra” que utilizan los aficionados al futbol para censurar de fea manera su desempeño. Fue una tremenda bronca para el juez, que violó el reglamento taurino ya que la primera oreja la otorga el público y la segunda el juez.

En cuanto llegamos al palco de la autoridad para entrevistar al juez ya se había esfumado y tanto afuera como en la parte posterior al biombo hubo un gran dispositivo policial para que no fuera a suceder algún acto demasiado agresivo. En una palabra, el juez se escabulló aceptando tácitamente su actitud.

 

EL FESTEJO

La actitud del juez echó a perder la tarde al negar esos trofeos ante poco más de 30 mil espectadores que abarrotaron la Plaza México y se deleitaron con esa obra maestra, de leyenda que será inolvidable.

El Juli deleitó a la concurrencia con una serie de verónicas, bajando los brazos y rematar con una media de alarido. Luego de la suerte de varas, Julián ejecutó chicuelinas y remató con una revolera también entre sonoros olés.

Ya con la muleta se dio a torear y cuajar una faena que enloqueció a la concurrencia. El toro se fue a la querencia y de ahí lo sacó “El Juli” y ofreció una sinfonía de ayudados, largos templados uno en redondo, otros girando únicamente para hacer estallar en el delirio a los aficionados.

Hubo un pasaje que quedará en la óptica de los que lo presenciamos luego de un ayudado despatarrado hubo un cambio de mano y con la zurda eslabonó un natural con la mayor despaciosidad posible y se hizo interminable con un olé igual de interminable.

Y por ahí siguió esa obra de arte que tuvo una variedad de pases existentes en la tauromaquia. Combinando la dosantina con el ayudado, natural de pecho y el desdén. Todo un solo de muleta que intercaló en el concierto muleteril. Julián estuvo inconmensurable por momentos y deletreó algunos pases con temple y arte. Esos cambios de mano resultaron de programa.

El Juli se fue por derecho y cobró un estoconazo en medio de cerrada ovación y el público solicitando a coro los máximos trofeos, que nunca llegaron. Cuando se pensó que solamente se hacía el remolón, mantuvo su posición y no soltó prenda. En cambio se escucharon los consagratorios gritos de torero… torero… y dio la vuelta devolviendo prendas de vestir de todo tipo. Y en el centro del ruedo una explosiva ovación.

El segundo de Julián López lo protestaron fuertemente considerando el público que no era para ser lidiado en la México. Pobre cornamenta y una carita de joven y lo que le pudo haber hecho no se le iban a tomar en cuenta y cortó por lo sano. Pitos al toro.

 

JOSELITO ADAME

El triunfador de este festejo fue el aguascalentense Joselito Adame, quien sigue firme con esa cadena de triunfos. Fue a Vencedor al que le cortó una oreja para sumar cuatro en dos tardes. Y de salida le ejecutó una larga afarolada y de pie veroniqueó sin nada especial. El público también protestó a ese toro, pero cuando Adame le endilgó una serie de zapopinas cambió el panorama y se dio a torear. Tomando con una mano la barrera y de hinojos. Joselito sumó hasta quince muletazos armando la escandalera. Ya de pie faena en que predominaron los ayudados bajando la mano con temple sin igual largos y templados, intercalando molinetes y de trinchera. Joselito se jugó el todo por el todo y mató recibiendo con un estoconazo. Tardó en doblar, pero finalmente lo hizo pasar a mejor vida. Una oreja se concede sin faltar los protestantes.

En su primero tuvo una destacada actuación, pero sin tener transmisión y emotividad. Mató de media y descabello y se retiró en silencio. Al final tocaron las notas bravias de la Pelea de gallos.

 

“ZOTOLUCO”

El primer toro de Eulalio López “Zotoluco” no se prestó para el lucimiento pues era distraído y constantemente salía suelto de la suerte. Le sacó algunos pases, pero sin transmisión. Un toro descastado. Estocada caída y dobló en toriles. Saludó en el tercio con división de opiniones. Y su segundo fue un toro de faena grande, pero al mejor cazador se le va la liebre y seguramente se equivocó el “Zotoluco” y escuchó gritos humillantes de toro, pues fue muy bueno. Abusó de las pausas entre tanda y tanda y las tandas de dos o tres pases y la cortaba. Cuando dio hasta siete muletazos. Faena larga con algunos pases buenos y otros no tanto. Mató de estocada y tardó en doblar y hasta un aviso escuchó y se retiró en silencio y palmas al toro.

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