POR HORACIO SOTO CASTRO

Llegó el día señalado para lo que se supone una confrontación explosiva entre el español José Tomás y el mexicano Joselito Adame en la décimasexta corrida de la temporada en la Plaza México, en que se lidiarán tres astados de Fernando de la Mora y tres de Los Encinos.

Independientemente de la etiqueta de figuras del toreo del Príncipe de Galapagar y del Aguascalentense, la mercadotecnia que ha impuesto José Tomás le ha dado bastante resultado que hace que las miradas se centren en el cartel en que actuará, haciendo que las plazas se llenen, que no se hable más que del festejo y que acudan aficionados de todos los rincones del mundo taurino.

Si no se han agotado los boletos de entrada para el próximo domingo, están por hacerlo. Por supuesto están vendidos todos los boletos que corresponden al derecho de apartado en las localidades de barrera, y primero y segundo tendido de sol y sombra. Además, se pusieron a la venta libre los que sobraban y volaron como pan caliente, quedando en taquillas los de generales. De acuerdo con eso, consideramos que el embudo de Insurgentes se llenará como en los tiempos de la figurísima del toreo Manolo Martínez, que sólo quedaba un huequito entre la división de sol y sombra.

Tampoco hay que soslayar que la reventa estará en todo su apogeo.

En la confrontación entre José Tomás y Joselito Adame saldrán chispas, pues el madrileño, quien reaparece, no se dejará pisar la sombra, además de su valor acerado al ponerse en los terrenos propiedad de los toros y que son contados los matadores que lo hacen.

Por su parte, Joselito Adame, no es que le haya perdido el respeto a los toros, pero se arrima como un desesperado y ha venido cosechando triunfos en todas las plazas en que incursiona. Se repetirá hasta el cansancio que el de Aguas está que no cree en nadie y se ha visto que su estatura no toca techo todavía. De momento va de triunfador en la temporada de la Plaza México con cuatro orejas, tres en la inauguración y una del domingo. Su tauromaquia está para pelearle los honores al más pintado, como lo hizo con Julián López, no por la oreja que cortó sino por su actitud y desempeño.

Los astados de Fernando de la Mora y de Los Encinos seguramente están bien seleccionados como para que les hagan fiestas los matadores. Los toros deberán de llegar en el transcurso de hoy.