POR ALMA ROSA CAMACHO
FOTOS: CORTESÍA CRISTÓBAL ISLAS

“EN México vamos a recibir al Papa Francisco con mucho amor, cantándole y demostrándole que cuando nos unimos todos, con trabajo, con amor logramos todo, todo lo que queremos. Estoy convencida de que si aportamos cada uno lo que tenemos, podemos hacer de nuestro México un país mejor”, declaró la señora Angélica Rivera de Peña, Primera Dama de México, al lanzar en la mañana de ayer el álbum “México se pinta de luz”, de la autoría de Mónica Vélez y Julio Ramírez, y canto conjunto de Lucero, Belinda, Cristian Castro, Pedro Fernández, el trío Pandora, Diego Verdaguer y Diego Boneta, entre otros.
En calidad de presidenta del Consejo Ciudadano Consultivo del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), la señora Rivera de Peña al dar a conocer también el videoclip del tema, “Luz”, a manera de un homenaje musical al Papa Francisco en su primera visita a nuestro país, ratificó que “México se encuentra con mucho amor para recibir al Papa Francisco”, ya que en el Auditorio Jesús Kumate del Hospital Infantil de México “Federico Gómez”, donde se reciben niños y niñas de distintas partes de la República, el próximo domingo 15 de febrero, el Sumo Pontífice bendecirá a los pequeños pacientes así como a sus papás y al cuerpo médico encabezado por el doctor José Alberto García Aranda. Se hizo saber que se instaló en el hospital el albergue-dormitorio para los padres de los niños que se alojan por estadías largas ante su tratamiento como caso concreto en la especialidad de Oncología.
Atestiguaron el lanzamiento de “México se pinta de luz”, monseñor Christophe Pierre, Nuncio Apostólico en México, y monseñor Eugenio Lira, secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano. Con la presencia también de Roberto López, director de Sony Music Enterteinment México, y del trío Pandora integrado por Isabel, Fernanda y Mayte, además de Memo Garza, de la banda BSJM, la señora Angélica Rivera de Peña confió: “He visto a estos niños enfrentar la adversidad con mucha fuerza, con mucho amor. Son un ejemplo, porque la sonrisa de uno de estos niños es un regalo de la vida. Y ver cómo salen triunfadores del hospital, al tocar la campana, que es sinónimo de un sonido de esperanza para todos los demás, que le dicen a los niños que ¡sí se puede!