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26, enero 2016 - 19:34

┃ ESTO

Nota-Toros-Jose Tomas Adame

POR MIGUEL ÁNGEL GARCÍA

Sucede que ahora todo mundo quiere ir a los toros este domingo a la Plaza México. Y no es anormal, ya que lo que acontecerá ese día en el cosos más grande del globo será nada menos que el festejo más importante del mundo.

Hoy todos buscan un boleto de la zona que sea, incluso poseer ahora mismo un billete de general ya es todo un logro, un milagro. Se cuentan historias increíbles sobre el precio en la reventa de una entrada, algunos cuentan que van desde cien mil, otros que cincuenta mil. Lo cierto es que en torno a esta corrida de toros en la que torean en mano a mano José Tomás y Joselito Adame se ha generado un misterio de historias sorprendentes, pero lo que es verídico, sin lugar a equivocación, es que la plaza capital se verá llena hasta el reloj como hace muchos años no se ha apreciado.

El efecto “tomasista” va más allá de lo imaginable, se vende perfectamente el torero por que, créanme, lo vale. Francamente no se puede decir que todo el montaje que se implementará el día del festejo, como la seguridad especial en el perímetro del coso y las condiciones para medios informativos, sea una payasada de José Tomás. No, por que con la misma franqueza hay que decir que lo vale. Él pone sus muchas condiciones por que hace ver sus actuaciones como acontecimientos mundiales y así es. Sabe venderse a la perfección, pero con una base muy sólida y categórica: lo sublime de su toreo. Punto.

Si el torero pide flores multicolores en el ruedo, ¡pónganselas!

Lo que pida lo vale. Más cuando hace brotar el interés por la fiesta de los toros desde todos sus rincones. Sí, por que hoy hasta el más alejado de este espectáculo desea estar presente. El efecto “tomasista” va más allá de lo que pueda hacer el mejor despacho de mercadotecnia, prácticamente es un producto que se vende solo, que al aparecer en un escenario como la Plaza México, vende también el espectáculo de la fiesta brava y hace que llegue a todas las latitudes. Por eso, ni hablar. José Tomás es punto y aparte.

Hablar de su toreo es como quererles explicar la Biblia, vale más irlo a ver y sentir su arte natural. Pero para explicarles más o menos, haga de cuenta que José Tomás está toreando de salón, ahí, donde no hay toro ni gente, solamente la mente y espíritu del torero. Algo así es el toreo de Tomás, por que pareciera que cuando está en la plaza no existe nadie más que él únicamente gustándose de un toreo de salón. Es increíble.

No, no es un exagerado en lo que pide, es José Tomás.

El gallo del corral es Joselito Adame. Con todo a favor actualmente. Tiene el merito, se lo ha ganado, para estar ahí y disputar las palmas. Pero más que salir a medirse ante un torero que siempre será inigualable, el reto de Adame será superar la tarde, trascender los logros que ya ha sumado en esta plaza, en México entero y en Europa. Esta tarde no es triunfar por triunfar, sino buscar la consagración por completo y salir de la Plaza México como una autentica figura del toreo. Adame tiene ya todo para la apoteosis, de todos modos está encaminado firmemente para ser la gran figura, pero esta tarde le puede dar de una vez todo lo que está buscando. Joselito con toda seguridad saldrá avante, triunfante.

José Tomás, aunque no corte orejas, permanecerá incólume por que él pertenece a otro mundo y no compite con o por algo.

El triunfo que obtenga Adame, ese sí le será de un peso pesado que no dejará una sola duda de quien es y para lo que está hecho