Con la tecnología de Google Traductor

Mira

31, enero 2016 - 22:52

┃ ESTO

nota-toros-joselito

POR HORACIO SOTO CASTRO

FOTOS: ALEJANDRO VILLA

 

MIENTRAS el Príncipe de Galapagar, José Tomás, salía en medio de un humillante abucheo, el de Aguascalientes, Joselito Adame, salió otra vez a hombros por la Puerta del Encierro luciendo dos extraordinariamente bien ganadas orejas por un apéndice deslavado del madrileño en la confrontación que sostuvieron ayer en la Plaza México que registró un impresionante lleno y un gran ambiente como nunca antes se había visto.

Hizo falta el acompañamiento de música celestial para que se completara la tarde- noche la felicidad que embargaba a los aficionados, porque de las alturas se desgranaban las alegres cuanto triunfales  Dianas y las  bravías notas de la Pelea de Gallos, que invadió el infinito.

Joselito Adame ya había ofrecido un concierto en faenas derechistas que remarcó con un brillante solo de naturales y finalmente se jugó el todo por el todo matando recibiendo para que el coso capitalino explotara de alegría y se convirtiera la macroplaza en un manicomio con cientos de aficionados que estaban inmersos en el éxtasis taurino.

Gracias a la mercadotecnia de José Tomás le dio una fuerte sacudida a la fiesta de toros, pues no se hablaba de otra cosa que del mano a mano entre el madrileño y el aguascalentense y los aficionados asimilaron ese procedimiento y llenaron la mole de cemento donde no cabía ni un suspiro. Aunado a ese fenómeno que fomentó Tomás el día fue espléndido con un sol radiante, calor veraniego y sin una pizca de viento que hizo que luciera en todo su esplendor la actuación de Joselito Adame.

Lo que desentonó y que emborronó  esta corrida que llamó poderosamente la atención en el mundo taurino fue el ganado programado de Fernando de la Mora, Los Encinos y uno de Xajay que salió como reserva y que al igual que a uno de Fernando de la Mora, Soberano que se protestó y lo regresaron a los corrales y en su lugar sacaron el de Xajay, Romancero de nombre que también fue protestado ruidosamente, pero lo mantuvieron en el ruedo y acabó de dar al traste el desempeño de José Tomás.

Pero Joselito Adame sacó a flote este festejo y se convirtió hasta el momento en el máximo triunfador de la temporada con seis orejas y dos salidas por la Puerta del Encierro y de paso se ha consagrado como figura.

Al de Aguascalientes le tocaron los toros más cuajados, cornamentas agresivas y con mucho tonelaje y a los tres les hizo faenas entre el contento general. Aunque también tuvo tache a la hora de matar.

 

JOSELITO ADAME

Se enfrentó a Seda Gris de Fernando de la Mora al que primero le recetó con chicuelinas ajustadísimas confinado con tafallera y media superior. Inició su faena agarrado de la barrera para torear con la derecha en templados pases señalando los tres tiempos básicos de citar, templar y mandar y seguir por naturales y ahí empezaron los gritos de torero… torero como una réplica para los muletazos de José Tomás que de continuo le enganchaban la franela. Siguió por ese tenor y luego de una tanda de ayudados salió gallardamente para que se cayera la plaza. Desafortunadamente y con el desencanto acompañado luego de señalar dos pinchazos, un bajonazo y otro pinchazo sin soltar, para finalmente dejar una estocada baja y escuchar un aviso. Los súbditos del Príncipe le dejaron en silencio.

Vino Pitayo al que pasó de capa pues no era trigo limpio, el toro tenía sus complicaciones y aún así le salió Joselito en ayudados templados y algunos en redondo. Joselito lo domeñó y lo metió en el engaño y lo toreó por el lado derecho con hondura y temple lo que fue otro concierto. Nuevamente el desencanto  por un pinchazo y estocada tendida. Buen toro.

Cerró este festejo Patol, que se lo brindó a José Tomás y se escuchó gran ovación. Lo cortés no quita lo valiente. Un toro con cuajo, mucha romana y bien armado que al principio le costó trabajo desplazarse, pero tuvo bravura, estaba bien comido y nobleza y Joselito lo fue toreando con inteligencia dándole su tiempo y reposo para que tomara su aire. Y en donde empezó a tejerse el triunfo fue cuando lo recibió con dos largas afaroladas y después al ejecutar la zapopina, obligando a Patol a que embistiera en un momento brillante. La faena ya estaba trazada y solamente empezó a ensamblar los muletazos en tandas de hasta cinco muletazos con temple y largueza marcando los tiempos básicos. Tanda de gran belleza y los naturales parecieron interminables. Las espadas que había sacado seguramente estaban enmohecidas, pero con la que despachó a Patol se jugó el todo por el todo haciendo alarde determinación, afición y ambición y mató recibiendo. Tardó en doblar y utilizó el descabello y estalló la plaza en gritos de torero… torero…

 

JOSÉ TOMÁS

Desde que apareció en la puerta de cuadrillas las aclamaciones fueron para José Tomás, claro, sin marginar a Joselito, y a los dos los sacaron al tercio para gran ovación.

José Tomás se enfrento a Bellotero de Los Encinos y se hizo aplaudir al torear verónicas aterciopeladas. El toro no fue fácil y el madrileño lo fue consintiendo y le dio su reposo y sacó a relucir su valor cuando el toro se queda a media suerte y José lo aguantó para darle muletazos. Y tan lo aguantó que en dos ocasiones fue empitonado salvándose de la cornada primero en el muslo izquierdo y luego un pitón le pasó por el cuello, por la poca fuerza que tenía, pero le desgarró la taleguilla. Un toro desrazado perdiendo las manitas. Mató de estocada desprendida y trasera y le entregaron una oreja, que fue fuertemente protestada. Se la dio a uno de su cuadrilla y solamente saludó en el tercio. A su segundo le hizo una bonita faena con buenos ayudados, templados, y otros pases con calidad. Mató de pinchazo, media trasera y escuchó un aviso y saludó en el tercio. Su tercero lo devolvieron y el que salió en su lugar lo protestaron y la gente no lo tomó en cuenta. Pinchazo, estocada y otro aviso.