POR HÉCTOR REYES

AJENA a los problemas que aquejan a la natación mexicana, la clavadista Alejandra Orozco continúa sus entrenamientos en el Centro Acuático CEFORMA junto a su compañera en sincronizados de 10 metros Paola Espinosa, de quien dijo que no es la niña que conoció sino una mujer que sabe lo que quiere y está lista para ponerlo a prueba durante la Copa Mundial de Río, a finales de este mes.

“Ya pasaron cuatro años, han pasado muchas cosas tanto buenas como malas y estoy contenta de esta oportunidad, la oportunidad de estar al lado de Paola de nuevo y con el mismo sueño. Las dos seguimos por el mismo camino buscando hacerlo mejor”, declaró la medallista de los Juegos Olímpicos de Londres 2012.

“Yo creo que estos cuatro años me han dado muchas cosas, me han dado mucho aprendizaje, el hecho de ver las cosas de una manera diferente, más enfocada, más centrada en lo que quiero, igual muy contenta, te digo, cada día le sigo aprendiendo algo a Paola y nunca va a dejar de ser mi guía”.

Alejandra ya no es una promesa sino una realidad de los clavados con una lista de las más competitivas en el mundo. Alejandra confía mucho en Paola y la doble medallista olímpica por su parte ha notado la transformación física y mental en los últimos años.

“La lista de clavados sincronizados es la misma de los Juegos Olímpicos pasados, tratando de entrenar juntas y que se mejore; e igual en lo individual tengo un buen grado y voy a tratar de demostrarlo”, dentro de la meta y propósito de obtener dos boletos olímpicos, y esté, dijo, en camino.

El entrenador  Iván Bautista cedió a Alejandra Orozco y Arantxa Chávez a la entrenadora de origen chino Ma Jin para enfocar el trabajo de los clavados sincronizados en de tres metros y plataforma