VERACRUZ.- El “Maestro” sufrió como hace mucho no se le veía, Reinoso caminó de un lado a otro todo el tiempo, la visita de sus queridas Águilas y la presión por aún no morder en el torneo provocó esto.
La banca estuvo de adorno, el chileno casi nunca se sentó, su reciente operación en la rodilla derecha no le importó.
Los gritos y reclamos por parte del mítico ex jugador azulcrema aparecieron todo el tiempo, nadie se salvó de sus indicaciones, jugadores, árbitro y abanderado.
Carlos observó el juego sin parpadear, su pose con los brazos cruzados los acompañó en todo momento.
Reinoso modificó su esquema varias veces en el juego, cambió de lado a Meneses con Fernández, luego sacó al chileno para darle ingreso a Saucedo.
La expulsión de Peñalba irritó a Carlos sin embargo esta ocasión la decisión de César Ramos estuvo correcta.
El “Maestro” modificó de nuevo, Cervantes entró a la batalla.
Los gritos no pararon hasta el final, Reinoso vivió el juego a límite. Así es y será él, genio y figura. (Javier Juárez/Fotos: Érik Estrella/Enviados especiales).