POR ALEXIS GRIVAS

ENVIADO ESPECIAL DE ORGANIZACIÓN EDITORIAL MEXICANA

BERLÍN, Alemania.- Una vez terminado el revuelo de estrellas, pasarelas por el tapete rojo, discursos y recepciones con las que se dio por concluida la ceremonia de inauguración y la función de gala con “Hail Cesar”, de los hermanos Coen, el certamen adoptó su ritmo habitual donde de nuevo verifica, por lo menos después de estos dos primeros días, que muchas veces lo peor puede ser seguido dentro de pocas horas por lo mejor, ya que las películas suceden una a otra en un ritmo desenfrenado en todas las sedes del certamen.

Quizás esto se hace más evidente esta vez por el hecho de que el filme de los Coen puso la barra en alto por lo menos en lo que se refiere a un estilo de cine destinado a un amplio público, pero donde no falta el sello, aunque pequeño en este filme, de un cineasta, cineastas en este caso, con características de autor. “Hail Cesar” no se inscribe dentro de la línea de las grandes películas de los hermanos Coen (El Gran Lebowski, Fargo, Barton Fink, entre otras). Pero es a la vez verdad que este último filme de su prolífica carrera no deja de ser una buena y atinada sátira del contexto hollywoodense y de los grandes estudios cinematográficos hollywoodenses, donde Josh Brolin y George Clooney destacan en los papeles respectivos del ejecutivo de un estudio y de un actor no especialmente talentoso que digamos llamado a interpretar a un general romano en una película de época de dudosa calidad… Como era de esperarse, Clooney causó verdadero revuelo con su presencia aquí a la vez que aprovechó para anunciar y promocionar su próxima película, “Suburbicon”, con la que estará de nuevo por detrás de la cámara como director con un guión escrito justamente por los hermanos Coen.

Retomando el hilo de las películas que sucedieron a la de Coen y empezando por lo mejor, destacaremos dos realizaciones de habla hispana. El nuevo film del argentino Daniel Burman, “El Rey del Once”, es la historia de Ariel, un hombre de edad joven quien regresa a Buenos Aires llamado por su padre para asistirlo en una fundación de caridad que este último fundó en el barrio Once, poblado por la comunidad de los judíos de la ciudad. Retomando el tema de la relación entre padre e hijo que marcó su películas más significativa con las que participó en el pasado en la Berlinale (“El abrazo partido”, en competición en 2004, y “El derecho de familia” en Panorama en 2006), Burman contempla con ternura y humor la reconciliación de Ariel con su pasado y presente judío a la vez que su relación con una joven mujer quien también tiene cuentas pendientes con su padre, sirve cono catalizador en este reencuentro con su pasado.

Ligera de construcción y profunda de sentimientos, la película, presentada en la sección Panorama, causó una muy grata impresión tanto a los críticos como al público.

Esta misma reacción se verificó con la producción mexicana “Tempestad”, estrenada en la sección del Forum, aunque el contenido y el tono se sitúan en este caso al opuesto de la película argentina. Este documental de largometraje de Tatiana Huezo, nacida en El Salvador y egresada del Centro de Capacitación Cinematográfica, presenta el caso de una joven injustamente encarcelada en el norte de México bajo la acusación de tráfico humano y quien a su liberación emprende el largo viaje de regreso a su natal Tulum, en el sur del país. La narración de lo sucedido durante su encarcelamiento, entre otros detalles el trato que recibió en la prisión, manejada nada menos que por el cártel del Golfo, cubre el recorrido de regreso a su ciudad natal. Austera y potente, a pesar de una duración que se antoja innecesariamente larga en su parte central, la película constituye un valioso testimonio sobre la tan conocida y padecida falta de garantías a los derechos humanos más elementales en México.

Se trata sin duda de un documental prometido a una exhibición y apreciación extendida por varias partes y festivales del mundo interesados en esta temática. Fue justamente hoy día que Karel Och, el director del conocido festival de Karlovy Vary, dio a conocer aquí que “Tempestad”, cuyo productor ejecutivo fue el eminente Jim Stark, quien compartió créditos con Jim Jarmusch y Ben Hammer, entre otros, será una de las películas principales que formarán el homenaje a las directoras documentalistas mexicanas que el festival de la República Checa presentará en su próxima edición en junio de este año.

Me temo que la apreciación crítica del resto de las películas de estos dos primeros días del certamen no será tan positiva y más especialmente en el caso de aquellas presentadas en competición. La producción tunecino-belgo-francesa “Hedi”, dirigida por el tunecino Mohamed Ben Attia, vale más por su temática, la asfixiante opresión del amor materno y de las tradiciones ancestrales sobre la vida de un joven hombre, que por su realización, la cual deja mucho que desear. Será justamente por su temática que los famosos y multilaureados cineastas belgas, los hermanos Dardenne, se interesaron en participar como productores en este primer filme de Ben Attia.

Las decepciones bien pueden también venir por parte de cineastas establecidos y bien apreciados.

Este sería el caso del canadiense Denis Cote, cuyo último filme, “Boris sin Beatrice”, fue presentado también en competición. Este thriller psicológico sobre un hombre maduro y exitoso cuya percepción de vida adopta turnos nuevos que ponen en duda todo el sistema de valores sobre los cuales había batido su existencia, sufre de una casi delirante y pretenciosa utilización de diálogos que parecen tan desarticulados como mal resueltos. Por ende la realización resulta paulatinamente casi transparente e ineficaz, mientras desde un punto global la película queda muy pero muy lejos de aquel buen filme que fue “Vic y Flo encuentran un oso”, con el que Cote acudió a la competición de la Berlinaler hace apenas dos años.

Por otro lado, dos fueron los homenajes del día de ayer.

Uno, al recién fallecido gran cantante, compositor, actor y multifacético artista David Bowie, a través de la presentación de la película de Nicolas Roeim g “El hombre que cayó en la tierra” (1976), en la que Bowie interpretaba el papel principal.

El segundo fue para el mítico productor, director y promotor alemán Bern Barenholz, cuya carrera se desarrolló en gran parte en Estados Unidos y a quien en esta ocasión se le atribuyó el prestigioso premio Berlinale Camera.

Cerrando con un toque nacional y dentro de las actividades del mercado del filme (EFM), se anunció la preparación de la nueva producción de Canana, que promueve aquí Mundial, la operación conjunta de Canana y IG Global. Se trata de “Minutos negros”, a ser dirigida por Mario Muñoz (“Bajo la sal”, 2008) con la actuación estelar de Diego Luna, Demian Bichir y Sofía Espinosa.

Mundial vende además en el EFM el último intento de Diego Luna como director, “Mr. Pig”, que se estrenó en Sundance el mes pasado y que tendrá su estreno nacional en el festival de Guadalajara, a inicios del mes próximo.