EL diestro Uriel Moreno “El Zapata” habla desde el Hospital Ángeles de Puebla pocas horas después de la grave cornada que sufrió en la plaza de El Relicario. “Estoy muy dolorido por la magnitud de la cornada. A pesar de ello, me dicen los doctores que fue limpia: no tocó ni riñón, ni hígado. Me hicieron una resonancia y está perfecto”, valora.

El torero de Apizaco explica cómo fue el momento de la cornada: “El toro era muy serio. Le di muchas ventajas y me confié con él. Cuando él apretó no me dio tiempo a salir de ahí. Me levantó y justo bajando tiró el derrote”. Tras inferirle el pitón, asegura que “me di cuenta de que era muy peligrosa. Me agarré el paquete intestinal y el dolor era muy intenso. En la enfermería sólo pedía que no me tocaran del dolor tan angustiante que sufría. Sabía que tenía dos trayectorias. Me dolía hasta la parte alta del ombligo y a la altura del costillar. Es muy delicada y muy grande”.

Sobre su evolución, se encuentra estable y está evolucionando satisfactoriamente. El Zapata tendrá que continuar en el Hospital Ángeles de Puebla bajo la atenta mirada de los servicios médicos. “Estoy en fase de exploración. Tendré que estar cuatro o cinco días más”, subraya.

El diestro quiso agradecer al equipo médico del doctor Héctor Aquino y Francisco Javier Ramírez el trabajo realizado: “Estoy contento con el equipo médico que hay en Puebla. Me hicieron una intervención extraordinaria, pues una cornada me pasó muy cerca de la ilíaca y la disecó. Podríamos estar hablando de algo muy fuerte”.