FOTO: JORGE BARRERA

EL delantero mexicano está obligado a no fallar. Cuando eso sucede, las oportunidades –de por sí escasas–, se escapan, como el agua entre las manos. Así es de complicado, en términos generales, para los goleadores nacionales, por eso la falta de artilleros locales en los equipos.

“Falta confianza en las fuerzas básicas”, considera Martín Zúñiga, autor de un par de goles en el triunfo del América sobre el Bayamón de Puerto Rico, correspondiente a la Liga de Campeones de la Concacaf. “A veces, sí, recibe esa confianza, pero contratan a otro jugador, y lo digo con respeto, por eso hay que saber aprovechar cuando surge la oportunidad, como sucedió con Raúl, un servidor y otros, de tener el tino fino, y de ahí ser más constantes para ser titulares”, comparte el muchacho.

En la actualidad, tanto él como la camada azulcrema vive un romance con la institución. Todos responden y eso les permite sonreír.

“Estuve mucho tiempo con Ventura Alvarado, no así con (Gil) Burón, pero con Ventura hemos aprovechado y que estamos listos, pero también tiene que ver el momento que pasa el equipo, y que los regresos de Ventura de Necaxa, Gil, de Querétaro, y a los tres nos fue bien, afuera”, asegura este chico, quien ha tenido que picar piedra para abrirse camino y en esa aventura continúa, ahora de vuelta en el ave milloneta.

La opción que tiene es aportar goles en cuanto se abran las oportunidades y en esa labor ya encontró dos. Uno de ellos, de gran manufactura. Una espectacular chilenita, que completó con un cabezazo. Doblete para redondear el 6-1 sobre los puertorriqueños.

Sencillo, atento a los cuestionamientos de Salvador Aguilera, Director de ESTO, Zúñiga relata el momento de la vistosa chilena: “Son remates que nacen al momento, al instante, y analizando la jugada, me barro, porque el centro es raso, pero el rebote le llegó a Gil, quien recentró, y como te dije, no tienes de otra que rematar al instante”.

Ahora, sin desesperarse, quiere hacerse notar, para que el “Turco” Antonio Mohamed lo considere también en la Liga.

“Me siento tranquilo, trabajando, y tampoco me presiono, y ya sabrá Mohamed quién jugará, y la verdad, el equipo está muy bien, y ojalá que en Chiapas se gane para que siga la inercia”, considera el muchacho, quien se frota las manos, porque tendrá ocasión de enfrentar a sus ex compañeros. “Jaguares juega bien, y más en casa”.

SU MOMENTO
Martín señala que jugar para Jaguares, en el torneo pasado, le ha ayudado mucho.

“El irme a Chiapas me hizo muy bien, porque además allá estaba mi familia, y me integré a un equipo, donde relativamente todos éramos nuevos, entonces la lucha deportiva era más justa por la titularidad, y todo eso me hizo madurar y crecer como futbolista y como persona”, dice al Diario de los Deportistas.

Reconoce que jugar ante Jaguares, este sábado, representará algo muy especial, “porque además soy de Tuxtla Gutiérrez, pero ahora estoy en el América y quiero ganar, como sucedió en el pasado”, asegura.

A su lado, codo a codo, Zúñiga ahora tiene a un ejemplo en el ataque, como lo es Oribe Peralta, de quien le ha aprendido muchas cosas. “La forma en que pelea y gana el balón. Siempre corre, siempre lucha, siempre está en constante movimiento en el área del rival, nunca se cansa y además es muy inteligente y busca el gol”, valora.

“Así como Jiménez le aprendió a ‘Chucho’ Benítez, yo también, y en este caso, ahora lo vivo con Oribe y Rey, de quienes aprenderé y competiré para buscar la titularidad”, añade este joven heredero de las glorias de Raúl Jiménez.

“Uno siempre busca trabajar al ciento por ciento para estar ahí. Obvio que uno, que surgió de las fuerzas básicas, tiene que ir de menos a más, primero, sumando minutos para estar, y tener la mirada fija para ser titular”, dice.

“He jugado en las dos categorías, aunque en la Sub-17 no fue tan exitoso, pero en la Sub-20 participé en dos campeonatos, de los cuatro que se jugaron”, rememora, dichoso de su evolución como futbolista.

El 22 de septiembre del 2012, contra Cruz Azul, en el torneo Apertura 2012, Martín hizo su debut, y precisamente ingresó al minuto 83, por Jiménez. “Sí”, dice: “Parece que la herencia es buena”.