Juan Carlos Osorio poco a poco convence al futbol mexicano.

Si bien abusa de la retórica a la hora de explicar el estilo de juego, lo que pretende en la cancha y los jugadores, así como de los perfiles naturales que poseen, los resultados lo han respaldado al grado de echarse a la bolsa a los que estaban en su contra tras su llegada al banquillo Tricolor.

La terna de victorias conseguidas frente a El Salvador, Honduras y Senegal, las primeras dos en el comienzo de las eliminatorias mundialistas y frente a los africanos en duelo “molero”, le han dado la razón a la propia FMF al saber que hasta el momento no fallaron con su elección, pues si bien se habló de Sampaoli o Bielsa para llegar, Osorio, con un perfil más bajo y llenó de éxitos a nivel de clubes cayó como anillo al dedo.

Iniciar con el pie derecho frente a salvadoreños, catrachos y senegaleses le dan un plus al entrenador colombiano que se tomará un tiempo para tomar una bocanada de aire y perfilar su mejor convocatoria  del mes de marzo cuando enfrenten en ida y vuelta a Canadá en la continuación del camino a Rusia 2018.

Hasta el momento en los planes de Osorio no están el hacer spots publicitarios, medida que le ha servido para tener una buena imagen hacia los aficionados, pues con el “Piojo” abusaron de la imagen, hecho que ha sido bien visto por sus detractores quienes le aplauden el gesto de ir cada ocho días a las plazas del futbol mexicano, tomar nota de los respectivos encuentros y enfocarse en lo meramente para lo que fue contratado.

“Qué bueno que venga a los estadios y vea a los jugadores, ojalá y pueda llevar a más y no solo a Chuy”, dijo en su momento Tomás Boy.

Mesurado y sin síntomas de egoísmo, Miguel Herrera hizo lo propio y externo que el colombiano “se sacó la lotería sin comprar boletito, porque esta camada es extraordinaria, todos son ganadores”.

Entonces los comentaros de dudas que había en su momento tras su llegada, se han modificado, pero a nivel futbolístico no ha sido todo bueno pese a las tres victorias con las que cuenta, pues contra Senegal sufrió durante 45 minutos, viéndose mal y regalándole la iniciativa al rival, por lo que los próximos 180 minutos contra Canadá servirán para terminar de raíz con todos los que aún no creen en él, pero serán los resultados lo que hablarán por él, como hasta el momento ha sido.

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