POR TONATIUH G. TRUJILLO

FOTO: ALEJANDRO VILLA

AL término de la práctica de La Máquina, donde el “Jefe” trabajó de lleno con el equipo que enfrentará a Cafetaleros en la Copa MX, el defensa celeste Omar Mendoza se tomó algunos minutos con sus seguidores para otorgar algunos autógrafos y fotos del recuerdo y fue ahí donde el zaguero se sinceró con los medios de comunicación y les aseguró que la suspensión para Tomás Boy fue exagerada, ya que el estratega cementero festejó el empate de igual forma que lo ha hecho en anteriores ocasiones, “bailando”.

“Todo el futbol mexicano sabe como es Tomás (Boy), es normal, él siempre festeja así; el momento se prestó a que sea muy efusivo. Sí, (es exagerado) cada quien festeja como quiere y si la liga se lo prohíbe hacerlo ya será otra cosa, pero él es libre de festejar. Yo no lo vi malo, vi un festejo con muchas ganas”, mencionó el camisa 28, quien aseguró que el “Jefe” en ningún momento provocó a Darío Benedetto o algún otro miembro de las Águilas: “Es un festejo efusivo, sin provocación, él no volteó y amenazó a alguien, él festejó como siempre y bailando, así que creo que sí es precipitada la expulsión”, argumentó.

Asimismo, el hidalguense dejó en claro que los Cremas también fueron culpables del conato de bronca que se generó en la cancha del Azteca: “Los de América contribuyeron en provocaciones y no sé porqué ellos cayeron en eso”.

QUINTERO

Luego de la expulsión de Darwin Quintero, las Águilas expresaron su inconformidad con el arbitraje, pues la tarjeta roja fue vista de forma rigorista, pero uno de los actores principales aseguró que la barrida del colombiano fue agresiva, pues si no hubiera brincado, el americanista le hubiera causado un gran daño en el tobillo derecho.

“Todos tenemos un punto de vista diferente, a mi parecer que si él me llega agarrar plantado me quiebra el tobillo, me alcanza agarrar un poquito en el aire y con el vuelo me lleva. Sí era roja porque iba con fuerza excesiva, no creo que sea la forma de entrarle a un compañero”, mencionó en las afueras de La Noria.

Mendoza no sólo estuvo inmiscuido en la polémica expulsión, también en el muy cuestionado penalti, en el cual el zaguero cementero dejó en claro que la mano fue deliberada, por lo que no debió marcarse.

“Para mí no es penalti, primero me pegó en el muslo y después en el brazo y es algo que yo no puedo controlar, sé que ellos tienen un instante para decidirlo, pero nos perjudicó”.

Para concluir, el canterano vio con buenos ojos el empate ante las Águilas.

“No era lo que esperábamos, obviamente queríamos ganar pero dadas las circunstancias, el empate fue bueno y el equipo terminó muy bien anímicamente para seguir trabajando y en busca de mejorar”.