Luego de ajetreada tarde que tuvo el domingo el diestro valenciano Enrique Ponce, terminando sus compromisos en México que constaron de cuatro corridas, se fue de vacaciones a la playa en compañía de su esposa Paloma y sus dos pequeñas hijas y posiblemente también con su suegro el matador Victoriano Valencia, que se vio un tanto afectado por las emociones vividas en el coso capitalino.

Enrique Ponce regresará a España el próximo domingo para concretar su temporada española, que seguramente se verá reducida en el número de corridas toreadas. De momento se sabe que tras la ausencia del año pasado de la feria de San Isidro en Las Ventas de Madrid, este año ya está enlistado en la famosa feria y en otras de importancia.

El diestro de Chiva sin tenerlo programado cortó su toro número 100 en la Plaza México y fue el que le correspondía a Octavio García “El Payo”, que ya no pudo salir a matarlo por el padecer intestinal que se le presentó. A ese toro, Ponce le cortó una oreja.

Se le preguntó sobre ese suceso que es una gran satisfacción haber llegado a ese guarismo, pero lo lamenta porque ese toro le correspondía a Octavio.

Y sobre la oreja con que lo premiaron dijo que en estos casos la oreja es lo de menos, sino la entrega de la gente por lo que había realizado y sobre todo por las condiciones mencionadas. Se va muy contento por lo sucedido.

Por lo de la salida a hombros en compañía de su paisano Pablo Hermoso de Mendoza dijo que es ajeno a ello y fueron los aficionados los que actuaron por su cuenta, porque está consciente de que con una oreja no se puede salir en volandas (hsc).