POR GUILLERMO MARTÍNEZ G.

FOTOS: JUAN RAMOS

EL clavadista Rommel Pacheco se ha convertido en un héroe mexicano.

Representar al país en una Copa Mundial sin poder usar los colores nacionales y después cantar el himno a capela tras ganar su medalla de oro, es algo que le justifica su proceder.

“Fue un gran desempeño y me siento contento por ello. Es algo extraordinario para volver en cinco meses y repetirlo en los Juegos Olímpicos. Claro que hay que trabajar más pero vamos bien y ojalá sigan los buenos resultados”, dijo el deportista a su regreso al país.

Este triunfo que logró fue apenas una probadita de lo que podría repetir en la justa veraniega.

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“Para eso trabajamos. Es todo parte de un equipo, de mucho trabajo y de no desanimarse. No fui a Londres por otras causas, por lo que en Río 2016 quiero hacer un digno papel. Siempre he dicho que las cosas pasan por algo y hay que sacar lo positivo ante cualquier situación. Me ha ido bien y hay que seguir aprovechándolo porque uno nunca sabe cuánto más vamos a seguir en el deporte. La clave es disfrutar lo que haces”.

Ahora conocido en las redes sociales como el “Popeye” yucateco, agregó que todo el tiempo traían puesto el uniforme de México, pero ya en la premiación no pudo portarlo.

“Independientemente de la situación que se está viviendo, la medalla todos saben que es para mi país. No me avoco a cosas que no están dentro de mi poder, mejor me dedico a entrenar de la mejor manera y ese tema se lo dejo a las autoridades correspondientes. Cantar el himno fue una muestra de cariño a mi país con respeto a la FINA y autoridades que representamos”.

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Para Rommel lo más importante fue el resultado y la confianza que vuelve a tener para las justas que vienen, como es el serial de clavados.

“Hay que seguir con los pies en la tierra, concentrados. Faltan las cuatro fases de la serie mundial que son Beijing, Dubai, Canadá y Rusia, y si hubiera un cambio en algún clavado ahí se probaría, previo a los Juegos Olímpicos”.

Dijo con su buen humor que ahora no sabe qué playera le van a dejar utilizar en las competencias.

“Esa de ‘Popeye’ me la trajeron de un parque de diversiones. Pero contento por toda la situación. La verdad que a lo que no tiene importancia no se la doy. Ahorita es disfrutar esto y esperar nuevas órdenes de trabajo. Fue cómico, pero comprendieron que era una situación ajena y nadie le puso atención a ello. Más bien todos estaban preocupados por concentrarse y competir”.

Sobre el contrato en que está inmiscuida la federación mexicana y que ha suscitado todo el problema, Pacheco Marrufo dijo:

“Es un tema complicado. Creo que las dos instancias –FINA/FMN- están buscando su beneficio propio; es un contrato y los problemas legales son muy complicados, con mucho de donde agarrar, pero espero que se resuelva de la mejor manera para México”.

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