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28, febrero 2016 - 0:01

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Nota-Fut-Toluca

TOLUCA.- Las calderas en el infierno no funcionan.

Bajo una pertinaz lluvia y condicionado por el gol más rápido del Torneo Clausura 2016,  el Toluca sucumbió 0-1 ante el Pachuca, en el mismísimo Estadio Nemesio Díez.

Iban apenas 26 segundos de juego, cuando Hirving Lozano puso en ventaja a los Tuzos, y ya no hubo poder humano que sacara a los escarlatas de José Saturnino Cardozo del atolladero.

La velocidad de los hidalguenses, combinada con su desorden defensivo y también la falta de contundencia, arruinaron la velada para los Diablos Rojos, que este miércoles enfrentarán al San Lorenzo, en la Copa Libertadores, con buena parte de la Liga MX perdida.

Los choriceros apenas suman 7 unidades, ya lejos de las 17 que acumularon los muchachos de Diego Alonso, que así retomaron el camino de las victorias y reanudan su persecución sobre el superlíder, Monterrey (18 unidades).

 EL PARTIDO

Buen partido se jugó bajo constante lluvia.

El latigazo de Lozano, precedido de una gran acción entre Jara y Almeida, encendió a los dos equipos de inmediato, ofreciendo un primer tiempo de alternativas, con permanente ida y vuelta.

Toluca tardó más en carburar y cuando ya perdía 0-1, casi se lleva más goles puestos ante los fulminantes embates de los Tuzos, que el mismo “Chucky” Lozano no atinó a resolver adecuadamente en un par de ocasiones.

Pachuca ni por enterado se dio que Rodolfo Pizarro no alineó por lesión; Alonso puso a otro velocista como Almeida, metiendo en aprietos a los zagueros rojos.

La escuadra de Cardozo fue nivelando poco a poco las acciones, en la medida que fue recargando su juego en Esquivel, quizá el único de ideas claras mientras Ríos y Ortiz equilibraban fuerzas en la recuperación de balones.

El meollo del problema escarlata es que cada vez que pisaron el área, sus disparos o fueron desviados o rebotaban en la muralla azul y blanca que levantaron González y Murillo.

La lluvia prácticamente no le dio reposo al balón, factor que animó el partido por su intensidad, más allá de su escasa claridad.

Obligado por las circunstancias, Cardozo probó con otro todo-terreno como Botinelli para el segundo tiempo; entonces sí, Toluca se hizo por completo de la iniciativa.

Encimando al Pachuca contra su arco, Carlos Esquivel estrelló un tiro libre al travesaño y otro más pasó rozando el metal.

La más clara, sin embargo, quedó en los botines de Enrique Triverio, con toda la ventaja para fusilar al ‘Conejo’ Pérez, pero la vació por lo alto de la portería.

A pesar de su persistencia, el dominio no tendría otra ocasión tan clara para evitar la derrota, por más cambios que hizo Cardozo.

Los Tuzos, en cambio, fueron replegándose, cerrando espacios y apostando su carta ganadora al contragolpe. Ya no hizo falta porque Martínez y Guzmán fueron efectivos para eso de sumarse al aparato defensivo, anulando la mayor parte de los esfuerzos locales.

Hizo Pachuca lo suficiente para ganar, tanto como el Toluca hizo lo necesario para perder.