BUENOS AIRES.-  Ante las adversidades que por los atinos del rival y las desatenciones propias se presentan en un partido de futbol, el Toluca le puso personalidad a la visita a un San Lorenzo que intentó por todas las formas llevarse la victoria, pero se quedó corto.

Punto importante para los Diablos Rojos, que han llegado a cuatro en el Grupo 6 al sumar de visitante, una de las principales metas de su técnico José Saturnino Cardozo, quien días antes del inicio de su participación señaló que si ganan todos en casa y rescatan algún empate fuera de ella tendrían amplias posibilidades de clasificarse a la siguiente ronda.

Pero como nada es fácil en el futbol, ni en la vida, el equipo de Cardozo sufrió para contener los embates de la escuadra loca, que bajo esa condición fue al frente en busca de la portería de Alfredo Talavera, quien tuvo un par de intervenciones de buenas hechuras, que mantenían al cuadro escarlata en el  partido.

Aunque la presión del San Lorenzo comenzó a crecer conforme pasaban los minutos y entonces las cosas parecía complicarse para los mexiquenses después de un error de Gerardo Flores. De entrada, el defensor toluqueño quedó corto en la marca de Martín Cauteruccio, quien le ganó la carrera hacia la portería.

Luego, cuando el atacante argentino entró al área, el Gerry se volvió a equivocar al cometer falta (una zancadilla) tan evidente que el árbitro del encuentro no dudó un solo instante en señalar el penalti. Los Cuervos ya lo ganaban a los 12 minutos de acción después del cobro de Néstor  Ortigoza, quien venció a Alfredo Talavera.

La noche se ponía negra para los de Cardozo, pero una luz les volvió a iluminar de manera inmediata, luego de que en la siguiente jugada, apenas volvió a poner el balón en juego de nueva cuenta y el Toluca empató el partido. Gran jugada de aguante de Triverio, quien sirvió a Carlos Esquivel hacia la meta argentina. Un minuto más tarde de verse abajo en el marcador, los Diablos empataban el partido con disparo fuerte al primer poste.

El San Lorenzo descargó la molestia por dejar ir tan rápido la ventaja con constantes llegadas sobre la meta de Talavera, quien volvió a ser figura. Una y otra vez, el arquero mexicano se lanzó sobre el balón para atajarlo, para dejarlo fuera de su arco.

Y si no era Tala era la suerte, como en la segunda mitad cuando tras un tiro de esquina y una serie de rebotes en el área, el remate de los argentinos pegó en el travesaño para apagar las ilusiones de los aficionados en el Gasómetro.

Los Diablos Rojos se cerraron aún más hacia el final del partido y aunque tuvieron algún contragolpe, tampoco era para que se trajeran los tres puntos. El empate estaba decretado por las fallas de los locales y la integridad con la que se defendieron los mexiquenses, quienes se trajeron un valioso punto de esta su primera visita en la Copa Libertadores.