LE voló bien el capote a Joaquín Galdós en un ramillete templado de verónicas. El peruano firmó ante el novillo que abrió plaza una faena larga presidida por la facilidad y el buen oficio. Bonito el prólogo y el epílogo con la pierna flexionada y una tanda en el ecuador del trasteo sobre la diestra con gobierno y ligazón. La actuación de Galdós no tomó vuelo entre la informalidad de las embestidas del utrero. Seguridad con la espada antes de saludar una ovación. Frente al cuarto, un animal deslucido, anduvo de nuevo muy capaz. Manejó bien las distancias del novillo dentro de una labor pulcra y de muletazos limpios pero a la que le faltó tomar vuelo. En la corta distancia el tramo final de una faena larga en la que exprimió a su oponente y bien rematada con la espada.

Bueno fue el segundo de El Freixo, de franca embestida, noble y de largo viaje. Leo Valadez mostró su capacidad en los tres tercios: primero en un quite capote a la espalda, después en un segundo tercio solvente con los rehiletes y más tarde en una faena de muleta en la que toreó con templanza. Una serie al natural, enganchando adelante y llevando hasta el final al novillo, fue lo mejor de su labor. No anduvo acertado con los aceros. El mexicano fue todo corazón, firmeza y entrega en el quinto, un buen novillo de El Freixo ante el que de nuevo estuvo variado con el capote y fácil con las banderillas. Valadez, ante el aguacero, toreó con ligazón y ritmo sobre ambas manos. Las manoletinas de rodilla como colofón a su actuación acabaron de poner al público de su parte. El pinchazo previo a la estocada no impidió que paseara una oreja.

David Bolsico debutó con picadores con un novillo codicioso y con empuje que se vino arriba en el último tercio después de que el extremeño lo dejara crudo en el caballo. Acusó la exigencia del utrero Bolsico, que fue todo disposición y ganas en una faena de más voluntad que lucimiento. Falló con estrépito el puntillero. Sonaron los dos avisos. Meritoria fue la labor realizada al sexto y más después de cobrar una tremenda vuelta en los estatuarios de apertura. Se sobrepuso el extremeño con raza que también tuvo que hacer frente al temporal de lluvia y viento que arreciaba. Contra los elementos Bolsico, tiró de amor propio en una labor de notable disposición pero en la que acusó su debut. De nuevo se eternizó con el descabello y pese a la petición, todo quedó en silencio.

Novillos de El Freixo, desiguales de presentación y dispar juego. El mejor, el jugado en segundo lugar. Joaquín Galdós, ovación con saludos tras aviso y petición y silencio. Leo Valadez, silencio tras aviso y oreja. David Bolsico, que debuta con picadores, silencio tras dos avisos y silencio. Entrada: Dos tercios.