POR JORGE BRIONES

Fue en la temporada de 1995-96 cuando los Bulls de Chicago de Michael Jordan tuvieron la mejor campaña en la historia de la liga. Su 72-10 parecía inalcanzable hasta que aparecieron los Warriors de Stephen Curry.

Hace 20 años el equipo de Phil Jackson, con Jordan y Scottie Pippen a la cabeza, quebraron la marca que impusieron los 76ers de Filadelfia en 1966-67. Su huella en el libro de marcas de la NBA podría verse borrada con el voraz paso de Golden State.

Los Warriors se encuentran con marca de 59-6, mejorando el registro de aquellos Bulls (58-7), y a falta de 17 partidos por jugar, parecen tener únicamente un obstáculo enfrente: los Spurs de San Antonio.

El arranque de 24-0, el mejor en la historia de la NBA, y su poderío en casa al mantenerse invicto en el año y sumar 48 victorias en fila, invitan al optimismo. Los pupilos de Steve Kerr disputarán 12 de sus 17 compromisos en el Oracle Arena.

Golden State será anfitrión de los Pelicans, Knicks, Clippers, Mavericks, 76ers, Wizards, Celtics, Blazers, Timberwolves, Spurs y Grizzlies. Por su parte, como visitante tendrán que medirse a los Mavericks, los Timberwolves, el Jazz, los Grizzlies y en dos ocasiones a los Spurs.

San Antonio será el juez de los Warriors. Los dos mejores equipos de la liga se enfrentarán en tres ocasiones en este mes, y aunque en su único enfrentamiento del año Golden State los derrotó sin piedad 120-90, los chicos de Gregg Popovich son cosa seria.

Los Spurs también están invictos en casa (32-0) y se perfilan como su principal rival en la Conferencia Oeste. Tim Duncan, Tony Parker y Manu Ginóbili no olvidan su eliminación de hace un año y van por su revancha.

Todos los ojos de la NBA están puestos en los Warriros y Stephen Curry, quien muy probablemente repetirá como el MVP, con Michael Jordan en primera fila.