EN LA REDACCIÓN DE ESTO
Cayó un “ángel”

POR JAVIER JUÁREZ
FOTOS: JORGE BARRERA

SIN alas, tampoco aureola, un “ángel” cayó en la redacción del ESTO, Reyna apareció en los pasillos del sepia para darle color a la noche.
Ángel acaparó las miradas de todos, siempre lo ha hecho, reporteros de todas las fuentes, diseñadores y fotógrafos se acercaron a él.
Nuestro director Salvador Aguilera recibió al “Ángel del gol” con los brazos abiertos, Reyna tomó asiento, se acomodó y comenzó una plática entre amigos, sin grabadoras ni poses, todo al natural.
El exjugador de las Chivas se abrió, habló de todo lo que se ha dicho en las últimas horas de él, de ángel pasó a demonio, críticas, reclamos y hasta amenazas recibió el habilidoso jugador.
Reyna no se guardó nada, nunca ha sido su estilo.
Las risas y anécdotas fueron muchas, Ángel mostró su lado humano, siempre caritativo y soñador.
El exseleccionado nacional reveló proyectos personales, su fundación va viento en popa.
La alegría estuvo todo el tiempo en su rostro, la reciente llegada de su hijo lo tiene maravillado y con deseos de volver a las canchas.
En el aspecto físico está al cien, hasta más delgado se ve, su traje azul combinó a la perfección con su porte.
Ángel no paró de hablar, el reloj fue un testigo más, el exjugador de León, Rayados, Pachuca y San Luis recalcó la gran amistad que tiene con Jorge Vergara, de la rifa que realizó entre los jugadores de segunda división con los que entrenó los últimos meses, Reyna sorteó sus zapatos de futbol entre ellos y más.
Luego de casi una hora de platicar con Chava, como conocemos a nuestro director, Ángel se paró, agradeció el espacio brindado y recorrió parte de la redacción.
Ángel posó en algunas de las portadas más importantes que ha tenido este periódico en los últimos años, por respeto a Chivas el volante no se paró junto a las “tapas” del América y León campeón, equipos en los que él militó.
Reyna repartió los últimos saludos, autógrafos y se marchó.
Así fue la visita del “Ángel del gol” a ESTO, su amigo y testigo de todos sus triunfos y tropiezos.

REYNA TIENE SU PLEGARIA
Ser portada

POR MIGUEL ÁNGEL MÚJICA
FOTO: JORGE BARRERA

LAS plegarias fueron escuchadas, Ángel Reyna por fin es libre del calvario al que fue sometido. Se ve lejano aquel 2 de agosto de 2015, día en el que el talentoso volante disputó su último encuentro en Primera División. Escándalos, castigos, técnicos y lesiones se contaron durante el tiempo que se quedó sin ejercer lo que más le gusta: jugar al futbol.
Dios y la vida le vuelven a sonreír. Reyna, después de siete meses, está listo para firmar con cualquier equipo. Dejará a un lado los bullicios y desinformaciones. Quiere ser portada, pero con sus actuaciones. “Primeramente Dios quiero ser la portada. Estoy tocado por Dios y lo voy a aprovechar. Yo creo que sí lo he hecho, pero no he conocido mi tope. Sí he dado mucho y Dios me ha dado un don enorme. En mi mente está trabajar para ser mejor y dar todos esos dones que Dios me dio a un equipo que quiera mis servicios”, ofrece.
Todo ese tiempo no dejó de entrenar, su meta es volver más fuerte. “Ángel Reyna quiere jugar”, dice sobre sí mismo. “Todos los días he entrenado a doble y triple sesión. Estoy muy agradecido con todos los que me arroparon”, comparte.
La oportunidad de revivir su vida futbolística ha llegado para Reyna, quien le quiere dedicar todo a su hijo. “Estoy bien, gracias a Dios. Uno vive de lo anímico, acabo de ser papá. Diosito está conmigo, está a mi lado, por eso no tengo miedo de nada”, explica, convenido de que, a pesar de lo que se diga, Guadalajara no fue un error. “La ciudad se me entregó y me dieron un hijo hermoso, me voy agradecido con Chivas y con Guadalajara”.
Concentrado en su futuro, Reyna sonríe: “Estoy física y mentalmente listo para volver, pronto Dios me va a poner en el lugar adecuado. Ha habido pláticas con equipos mexicanos y del extranjero. Mi familia es netamente futbolera y quiere ir a ver los triunfos de Ángel Reyna en la cancha”, se compromete.
“El primer festejo será para mi hijo, de esos especiales que siempre me gustaron”, remata y anota, sabedor de que ha atinado a la meta idónea.