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Mira

18, marzo 2016 - 20:32

┃ ESTO

Nota-Toros-El Juli 1

VALENCIA, Esp.- Dentro de una plaza de toros, en la lucha por el poder no cabe el “catenaccio”. No hay más táctica que una constante dicotomía entre “morder y ser mordido”. Cuando, como ayer y hoy en Valencia, se topan dos generaciones dispuestas a copar el mismo sitio de poder la estrategia es sencilla: el nuevo tiene que arrear; la figura tiene que mandar. El que falle se queda fuera.

Por eso la octava de la Feria de Fallas volvió a ser testigo privilegiado de lo que es y será la tónica de la temporada. Uno que arrea, que es López Simón, con una actitud inmejorable, y uno que manda, que es El Juli, con un nivel soberbio.

Dos Puertas Grandes con dos lecturas diferentes pero una misma ambición por el mando. La sabiduría y casta apabullantes de una figura como Julián López ‘El Juli’ y la frescura del que sabe qué hacer para llegar fácil al público como Alberto López Simón. Es difícil que con esos argumentos, un mano a mano en plaza de primera no acabe en triunfo doble, máxime cuando la corrida de Garcigrande, sin redondear, colaboró en el nivel que marcó la tarde.

Plaza de toros de Valencia. Octava de Fallas. Casi lleno. Cuatro toros de Garcigrande, correctos de presentación. 1º, con movilidad pero sin clase y justo de fuerza, 2º, noble y con fondo, 3º, con peligro y sin clase y 4º bis, con fondo y calidad aunque justo de fuerza, aplaudido, y dos de Domingo Hernández, 5º, bueno y 6º, bueno. El Juli, ovación tras petición de oreja, oreja y oreja.