POR JOSÉ LUIS CAMARILLO

EL joven ex pugilista Rigoberto Casillas estuvo en la esquina de Javier “Cobra” Mendoza cuando defendió su cetro mundial minimosca de la FIB contra Akira Yaegashi, el 29 de diciembre pasado en Tokio. La batalla fue fragorosa y Mendoza estuvo en problemas al resultar cortado en la ceja izquierda desde el tercer episodio, pero su herida fue bien tratada y no le ocasionó problemas hasta completar los 12 rounds. La decisión fue unánime a favor del japonés.

Lo extraordinario fue que Casillas “atacó” el corte y lo hizo con una habilidad digna de un cutman de mucho mayor experiencia.

-Eres muy joven, te hemos visto en acción en peleas de campeonato y la verdad trabajas muy bien, ¿cómo fue ese ascenso tan rápido? -le preguntamos.

“Pues mira, parte de un cutman es transmitir la confianza, tanto en los entrenamientos, como cuando se baja de peso o estás en la esquina. Cuando tú transmites la confianza a tu peleador y al entrenador, puedes trabajar mejor, se te dan mejor las cosas, la confianza te da todo”.

-Estuviste también en la ocasión en que “La Cobra” salió herido contra el “Príncipe” García -le señalamos.

“Contra García tuvo tres cortes; uno fue por cabezazo, los otros por golpes. Estuvo bastante ensangrentado, pero afortunadamente nuestro trabajo lo hicimos bien y paramos el sangrado y no hubo ningún problema, y esa vez salimos con el título en la mano”.

-Ahora, Mendoza dio una gran pelea y los japoneses quedaron muy emocionados.

“Sí, se dio una muy buena pelea, salió cortado en el tercer cuarto round y lo trabajamos bien. Se fueron a la decisión”.

-¿Todavía peleas?

“Dejé de hacerlo hace un año, en 2015. Decidí dejar todo eso por cosas personales y por el momento ya no pienso en pelear más. Hice mi carrera. Me dije ‘cánsate de todo esto, para cuando termine y dejes de pelear, te sientas satisfecho por lo que has logrado’. La vida me ha dado grandes satisfacciones: estar dentro de lo que me gusta que es el boxeo, en apoyar en lo que me gusta, y agradecido con la vida, con Dios y toda la gente bonita del box; la gente que me rodea para mí es algo agradable”.

-¿Dónde naciste y quién fue tu entrenador?

“Nací en Delicias, Chihuahua. Toda mi carrera la hice allá, como amateur y profesional. De ahí, tuve mi primer entrenador que fue Raúl Delgado. Debuté e hice cinco peleas profesionales y de ahí decidí irme a Tijuana, y ahí hice mi carrera. Llegué a la Zona Norte y estuve en el Azteca Gym, y aún sigo trabajando en la Zona Norte, con Érik Morales, con todos los peleadores”.

-Estuviste con Antonio Margarito en su contienda más reciente.

“Afortunadamente, la trayectoria que he tenido en Tijuana, como peleador, como cutman; he estado moviéndome en todo este tiempo, me ha relacionado con muchos peleadores en Tijuana, que es un mundo de peleadores. Con Margarito compartimos años de gimnasio, porque es un gran amigo. Con el ‘Maromero’ (júnior) tenemos una amistad y trabajamos con él desde hace tiempo, y qué te puedo decir, tanto campeón que ha habido en Tijuana”.

-Cuánto tiempo, con Margarito?

“Pues ya llevamos cuatro o cinco peleas seguidas con él, y estamos trabajando a gusto; nos está yendo muy bien. Ahora reapareció con una victoria tras su receso de cuatro años”.

-Ahora te tocó tener al “Maromerito” enfrente.

“Así es. Afortunada o desafortunadamente, así es el boxeo, donde tenemos que estar de un lado en la esquina. Es un deporte y se respeta. Y ya fuera de esto seguimos siendo amigos”.

-Tambien has trabajado en Estados Unidos, en el rincón de varios peleadores.

“Me he movido mucho por allá con algunos pugilistas y pues también conociendo mucha gente dentro del boxeo”.

-¿Cuántas peleas tuviste como profesional?

“Hice 32. No tuve un mánager, entrenador o empresa que me protegiera, y anduve trabajando solo, buscando peleas y oportunidades”.