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23, marzo 2016 - 21:16

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Nota-Toros-zapata

POR MIGUEL ÁNGEL GARCÍA

Este miércoles pasadas las 18 horas el matador de toros tlaxcalteca Uriel Moreno “El Zapata” confirmó su reaparición luego de la grave cornada que sufrió en El Relicario, de Puebla. Dicho regreso luego de una no tan larga rehabilitación será este sábado, y vaya de qué forma.

El matador será protagonista de una gran gesta, tomando en cuenta que su recuperación fue menor a lo que se esperaba; se presentará a las 16:30 horas en la plaza Silverio Pérez de Texcoco; una vez estoquedos sus toros viajará de inmediato a Tlaxcala, donde actuará en la Plaza Jorge “Ranchero” Aguilar a las 20 horas.

¡Qué manera de reaparecer! Sobre todo cuando el percance fue de muerte.

DÍA CLAVE PARA SU REGRESO

La mañana de ayer en su rancho “El Zapata” lidió una becerra, al final de este ejercicio el torero aún no estaba convencido. Nos comentó que aún sentía ciertas secuelas, como cansancio. Mencionó en ese momento que por la tarde lidiaría un novillo en la tienta pública en la Plaza de Tlaxcala, lo cual sería clave porque al término de la lidia decidiría finalmente si reaparecía el sábado. Finalmente, cuando nos volvimos a comunicar con el torero, felizmente nos dijo que sí estaba listo, pues en definitiva se sintió muy bien.

 PELIGRÓ SU REAPARICIÓN

-Gestas para toreros que tienen los machos bien apretados, le decimos.

“Estas ultimas semanas no habían sido buenas, no termino de sentirme al cien; tengo una sensación como de desvelo, por lo cual me mandaron a hacer estudios para ver cómo ando de hemoglobina. La verdad es que me siento bien anímicamente, me siento muy ilusionado por torear los dos festejos el sábado, ante la becerra me sentí de maravilla”, dijo el torero, quien más tarde nos confirmó que sí reaparecería, ya que ante el novillo superó toda expectativa.

“La mesa está puesta para el Sábado de Gloria”, asentó.

Dijo que estaba muy indeciso de torear el sábado.

“Lo menos que quería es cumplir por cumplir. Si algo me caracteriza es que siempre he mostrado profesionalismo, lo de menos era sólo vestirme y salir a matar a los toros, por eso quería estar bien seguro”.

El torero se encentraba en una gran disyuntiva, porque al mediodía de ayer no sabía con certeza de su regreso y lo que menos deseaba es que luego se dijera que había precipitado las cosas.

“Precisamente quería evitar los comentarios de que me pude haber esperado más para reaparecer, etc. Pero lo evaluamos muy bien y sobre todo muy conscientes de los compromisos, que requieren mucha responsabilidad”.

-¿Cómo te sientes?

“Mucho mejor. Hice quites en los astados que toreé, por arriba, y de manera que me estirara, y te puedo decir que la herida me molestó un poco, pero nada de lo que me pueda preocupar. No le vi más problema”.

Para mañana el “Zapata” recibe los resultados de la hemoglobina, razón a la cual atribuye su cansancio.

 

NUEVO CAPÍTULO EN SU VIDA

-¿Cómo se saborea la vida después de un percance así?

“Francamente creo en los milagros, y ahora más. Estar entre la vida y la muerte hace que en tu libro de vida se abra un nuevo capítulo. Pensé en que mis hijos se quedarían sin padre y sobre todo me pregunté, ¿qué hacía ahí? Pero nací para ser torero, mi vida está delante de un toro, es parte de mi vida”.

-Tú lo constataste: los toreros están hechos de otra pasta.

“Yo te lo puedo comprobar. Me daban hasta tres meses para que me reestableciera y no llevo ni mes y medio. Estoy feliz de la vida, haciendo lo que más me gusta”, concluyó.

No queda más que la afición vaya a ser testigo de este acontecimiento, en Texcoco y Tlaxcala. Hombres valientes como Uriel Moreno son dignos de irles a aplaudir y de reconocerles este tipo de gestas que solamente hacen los toreros que nacen con coleta.