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24, marzo 2016 - 19:30

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POR HÉCTOR REYES

FOTOS: ALBERTO MONTALVO

Por primera vez en su carrera y en año olímpico, el clavadista Rommel Pacheco es número uno de la clasificación mundial en trampolín, luego de sus actuaciones en la Copa Mundial de Río de Janeiro y las Series Mundiales de China y Emiratos Árabes Unidos.

“Contento, feliz, satisfecho, pero con los pies en la tierra, trabajando fuerte, porque viene la buena en Juegos Olímpicos. Entonces no hay descanso, ni subirte a la nube, nada de eso. Y todo  esto es gracias al trabajo, esfuerzo, dedicación de muchos años: las cosas no llegan gratis, es estar dándole duro y seguir así hasta los Juegos Olímpicos”.

El clavadista yucateco habló de la transición que vivió de la plataforma al trampolín, su participación en ambas pruebas durante los Juegos  Olímpicos de Atenas 2004 y su pasión por la plataforma, extraña el golpe al entrar al agua, pero en el trampolín es donde su experiencia se ha visto favorecida por los jueces. Desde su punto de vista las dos son igual de difíciles. Las medallas son las medallas, afirmó,  no importa de qué altura.

“Lo disfruto, ahorita ya soy más maduro, me ha ido bien ahora que me cambie al trampolín desde la temporada pasada, entonces creo que voy en buena racha, espero que siga así, trato de no tener ninguna lesión, eso es importante, estar bien físicamente y tratar de disfrutar el momento, disfrutar la competencia, disfrutar los entrenamientos, y creo que eso es la clave”, el reflejo de su estado anímico.

“Súper contento con los resultados, algo cansado por tanto viaje, el cambio de horario y todo eso. Pero bien, los entrenamientos, son muy, muy pesados, tienes que descansar, recuperarte para que el otro día estés bien. Entonces, casi todo el tiempo es alberca, gimnasio y recuperación y así se son todas las semanas”, declaró el clavadista que  puede ejecutar hasta 200 clavados en una sesión de entrenamiento.

Rommel llegará a los Juegos Olímpicos con 30 años cumplidos, una edad mágica en el ser humano, entre la juventud y la madurez. En deportes como los clavados, alcanzan su punto más alto.  El ruso Dmitry Sautin se retiró a los 35 años y Fernando Platas a los 34.

“Cumplo el 12 de julio y compito el 10 de agosto, ya llego con 30 años y casi un mes y la verdad me siento  y me digo: ya soy grande; físicamente me siento bien, anímicamente bien, y creo que la edad es una cifra que no refleja exactamente cómo te sientes y espero que sea un número mágico: serían mis terceros Juegos Olímpicos, 30 años y todo lo positivo, todo lo bueno se pueda conjuntar yo lo aprovecho para que ve vaya bien en estos Juegos”.

Por su mente no pasó retirarse después de que no logró el pase en los pasados Juegos Olímpicos de Londres 2012, aunque sí asistió como especialista para un canal de televisión, una experiencia diferente, pero nada como enfocarse al deporte que le ha dedicado dos terceras partes de su vida.

“Mi objetivo siempre ha sido estar en el podio de los Juegos Olímpicos y soy de las personas que trabajan y luchan hasta conseguir las cosas, la mayoría de las veces lo consigo o me quedo cerca. El no ir a Juegos si te hace ver muchas cosas, verlo de diferente perspectiva, y aprendes a hacer una nueva estrategia”, con el apoyo de la entrenadora Ma Jin, que se recupera de una infección de vías respiratorias, cree, piensa y sueña con la tercera que es la vencida.

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