VANCOUVER.- En el andar de Juan Carlos Osorio con la Selección Mexicana no ha habido ninguna de esas complicaciones que haya atormentado a cualquiera de sus antecesores. Claro que apenas suma un par de partidos oficiales –de eliminatoria–, y como a los que estuvieron antes que él, esta etapa del clasificatorio no se le complicará en vías de llegar al hexagonal.
México juega serie de dos partidos ante Canadá por la fecha FIFA rumbo a Rusia 2018, y si no pierde estaría prácticamente clasificado al hexagonal. Ese es el panorama que tiene el estratega colombiano enfrente.
El cuadro nacional tiene una base de jugadores que desde sus clubes en Europa aportan calidad y confianza al estratega y afición. Será cosa de que vuelvan a tener un resultado positivo antes de regresar a México y jugar en el estadio Azteca. Y buscará sacar lo mejor de cada uno de ellos para obtener puntos. Uno o tres, en esta visita a un reformado equipo canadiense que con Benito Floro intenta recuperar lugares.
Osorio tiene marca de dos partidos y dos victorias, la última en un territorio hostil para la Selecciona Mexicana. ¿Cómo podía este tipo hacer lo que muchos otros estrategas reconocidos en el país no lograron? Los menos dijeron que ese Honduras no tenía nada que ver con los que habían vencido al Tricolor en ediciones anteriores, pero lo cierto es que el colombiano compró crédito y se puso en un mejor lugar del que la dirección de Selecciones Nacionales pensó cuando pronosticaba victoria ante El Salvador en el Azteca y empate en San Pedro Sula. De ese tamaño fue el paso que tomó el colombiano en su inicio con la Selección Mexicana y calmó el ambiente para incluso darse la oportunidad de evangelizar a los escépticos con conceptos de futbol bien establecidos en frases con palabras y símbolos que siempre han estado ahí.
Para este sistema, Rafael Márquez resulta fundamental. Desde la labor de recuperación hasta los trazos largos, sin olvidar el liderazgo. El jugador del Atlas cumplirá más de una función en la cancha y el vestuario de Osorio, quien además volverá a jugar con los dos mejores laterales que tiene México. Paúl Aguilar y Miguel Layún tendrán un ir y venir que dará juego y opciones a los hombres fuertes del mediocampo.
Andrés Guardado y Héctor Herrera deberán aprovechar las carreras por fuera de sus compañeros y el mayor beneficiado tiene que ser Javier Hernández. De lo único que no puede padecer este conjunto es de soberbia, y ésta, también, es labor del entrenador. Si se ejecuta de manera correcta se pueden conseguir los resultados como hasta ahora.