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26, marzo 2016 - 12:03

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LA HABANA (AP).- El eléctrico Mick Jagger, con saco negro bordado en rojo y plateado, camisa roja satinada y pantalón negro, subió a un escenario fabricado al aire libre para la ocasión en la Ciudad Deportiva ante medio millón de personas que esperaron por horas para lograr los primeros lugares, ver a sus ídolos y realizar con ellos un ritual de clásicos del rock.

“Hola Habana, buenas noches mi gente de Cuba”, lanzó Jagger en perfecto y modulado español ante un público que lo vitoreaba a poco de empezar el concierto que arrancó con el clásico “Jumpin’ Jack Flash”.

“Sabemos que años atrás era difícil escuchar nuestra música aquí en Cuba, pero aquí estamos. Pienso que los tiempos están cambiando”, agregó el vocalista en relación a las dificultades que las bandas angloparlante tuvieron en los años 60 y 70 en la isla, cuando al calor de la revolución se los silenciaba en las radios y medios bajo el argumento que su estática representaba la decadencia del capitalismo occidental, aunque los isleños se las ingeniaban pasándose los discos de vinilo de mano en mano.

En los años 80 ese contexto cambió, y aunque sus temas se transmitían por la radio y sus conciertos por la televisión, la agrupación nunca había tocado en vivo en la isla.

Entre los espectadores no faltaron los carteles con mensajes como “We Love Stones” o banderas de países que se declaraban “República Stones”, ni las personas vestidas con camisetas que lucían el popular logo de la banda de la boca con la lengua afuera.

Las luces, con fuertes tonos rojos y azules, le pusieron color al ambiente de un sonido impecable. Tres pantallas gigantes en la parte delantera y superior del escenario multiplicaban hasta la enormidad la labor del guitarrista Keith Richards y el carismático baterista Charlie Watts.

El espectáculo derrochó lujo rocanrolero y una docena de cámaras fueron capturando los momentos que se convertirán en un documental, indicaron los organizadores.

El público comenzó a llegar desde el amanecer a las inmediaciones del lugar portando gorras, botella de agua y luciendo sudaderas con la emblemática imagen de la boca roja de los Rolling.

Los Rolling Stones llegaron a Cuba la tarde del jueves en un vuelo privado y el propio Mick Jagger dio un pequeño saludo en español a sus seguidores antes de expresar en inglés su deseo de visitar la isla.

“Va a ser la última parada en esta gira y será un gran espectáculo”, prometió el cantante en el aeropuerto de La Habana. “Siempre es muy bueno estar por primera vez en un lugar'”.

Los Rolling concluyeron en La Habana su gira latinoamericana llamada “Olé” y vienen de realizar masivas presentaciones en Brasil, México, Argentina y Chile.