DE poco sirvió la campaña que lanzó el Tricolor para erradicar el grito de guerra que acompaña a los mexicanos cada vez que despeja el portero rival, el “ehh puto” retumbó en el Azteca en varias ocasiones.

El primer alarido no tardó en llegar, los miles de aficionados que asistieron al juego no perdieron la oportunidad de intimidar al guardameta canadiense al momento de tocar el balón, Milan Borjan recibió todo.

Después de eso se vino una avalancha de gritos, todas las suplicas fueron en vano, el respeto no existió.

La Federación Mexicana de Futbol hizo todo lo posible para que la gente dejara de expresarse de esa forma pero no lo logró, los directivos y jugadores nacionales solicitaron exclamar “gol” en lugar de ser ofensivos con el rival. Nada funcionó.

Al no lograrlo otra multa por parte de la FIFA llegará en los próximos días al escritorio de Decio de María, el máximo organismo del futbol considera ese grito como homofóbico.

La primera sanción le costó a la FMF 423 mil pesos, esta puede ser más grande además de que si el púbico continúa sin cambiar, el próximo partido de la Selección puede cambiar de sede. (Javier Juárez/Foto: ).

TENDENCIA

A PESAR de que la Federación Mexicana de Futbol, a través de los seleccionados intentó erradicar el grito de “Ehhhh.. pu..”, fue imposible evitar que el público que presenció el partido en el Estadio Azteca lanzara de su ronco pecho el grito, que a final de cuentas también fue una tendencia en las redes sociales.