POR MIGUEL ÁNGEL MÚJICA

ENVIADO ESPECIAL

GUADALAJARA.- La historia de Javier Eduardo López ha estado llena de altibajos.

El joven futbolista puede presumir de ser llamado el nuevo ídolo del Guadalajara, aunque deberá de mantener su nivel para continuar como uno de los favoritos de los aficionados rojiblancos.

Javier es originario de Torreón. Incluso fue en las fuerzas básicas del Santos Laguna donde fue visto por José Luis Real.

Un esfuerzo del “Güero” se reflejó en el fichaje del joven por el Guadalajara.

Después de un año, la “Chofis” logra debutar en Primera División bajo el mando de Benjamín Galindo. El “Maestro” le da su primera oportunidad el 24 de febrero del 2013.

Solamente un par de toques al balón fue la forma en que pisó césped de la división de oro.

El tiempo pasó. Galindo salió de la dirección técnica tapatía y las oportunidades para López se terminaron.

Mucho se rumoró de una posible salida o préstamo a otros equipos, sin embargo, esto no sucedió y tuvo que soportar juegos con la Sub-17 y Sub-20 de los rojiblancos.

La llegada de Matías Almeyda le da la oportunidad de volver al primer equipo. El “Pelado” le vio algo y desde un inicio lo dejó claro: “Este muchacho tiene mucha calidad, hay que irlo llevando”.

Almeyda cumplió su palabra. Javier tomó minutos y mostró su calidad, aunque una lesión cortó su buen paso.

Después de superar su lastimadura, el volante reaparece ante Monterrey, una noche soñada donde hace dos de los tres goles con los que las Chivas le quitaron el invicto en el BBVA Bancomer a Monterrey.

No fue lo último. Ante Pumas revolucionó el ataque e incluso se dio el lujo de “romperle” la cadera a un histórico de Universidad como lo es Darío Verón. Golazo el que se mandó el muchacho.

La historia del joven continuará seguramente, su calidad lo hace ver como un futuro ídolo.

EL APODO

A muchos les sorprenderá por qué le dicen “Chofis” a Javier Eduardo López.

Contado por él mismo, el apodo llegó gracias a la hermana de la novia de su compañero de cuarto Giovani Casillas, con lo que tiene parecido, de ahí el seudononombre.

Por su gran parecido el sobrenombre se le quedó.

Historia graciosa pero que quedará para siempre.