POR ABIGAIL PARRA

FOTOS: RAMÓN ROMERO

¡QUÉ emoción y devoción a un club! “El único amor verdadero que tengo es mi afición al Atlante” son las palabras de don Arturo, fiel seguidor del equipo azulgrana a quien no le importó estar en muletas y tener 75 años de edad para ser una pequeña parte de la gran masa de personas que se congregó en el Ángel de la Independencia, que fue coloreado con papelitos, humo, globos, mantas… todo azulgrana.

Nada fue obstáculo para los fanáticos del Atlante que celebraron el centenario de la existencia del equipo en el futbol mexicano con una marcha que encontró su fin en las calles de Sonora y Sinaloa, esquina célebre en donde fue creado el equipo gracias a Trinidad Martínez y su hermano Refugio.

Alrededor de la una de la tarde comenzó la congregación de los miles de aficionados con camisetas de los Potros de distintas épocas. Niños, jóvenes, ancianos, adultos; distintas generaciones se dieron cita con el fin de dar muestra de su pasión y fervor por el “equipo del pueblo”.

Esta vez, la marcha tuvo un final muy distinto a la de los años anteriores, pues por fin los seguidores del Potro tendrán la ansiada placa en el lugar que su club vio la idea de un proyecto en el balompié mexicano. Aunque esta placa no se encuentra en el punto exacto, autoridades de la delegación Cuauhtémoc dieron la autorización para que fuera colocada a dos cuadras del lugar que en 1916 fue testigo de la materialización del sueño de los hermanos Martínez.

Jugadores como José Daniel “Chepe” Guerrero y Francisco “Kikín” Fonseca, apoyaron económicamente para la construcción de la placa que desde hace cuatro años los aficionados buscaron erigir y hasta este sábado pudieron cumplir.

Y aunque la directiva del club no hizo acto de presencia, los fanáticos dejaron claro su deseo por ver a su amado equipo en Primera División y “les guste o no les guste” de regreso a la Ciudad de México.