MONTERREY, NL.- Plaza de toros Monumental Lorenzo Garza, que registró casi lleno. Toros de Los Encinos que se dejaron meter mano. Pablo Hermoso de Mendoza, silencio tras aviso y palmas; Juan Antonio Adame “El Bala”, oreja y palmas; Joselito Adame dos orejas y oreja, por lo que se alzó como el máximo triunfador de la tarde para salir a hombros.

El escenario Monumental acogió a Pablo con el cariño del que siempre hace gala la tierra regia y éste correspondió toreando con la suavidad y temple que por aquí tanto gusta y que tanto entendieron. No obstante en el primer toro se vio a un Pablo un tanto justo de fuerzas, y es que arrastra unas molestias en su brazo derecho que le hacen acusar en la colocación de rejones y eso se acrecentó con los rejones de muertes donde ya viene pasando un auténtico calvario en las últimas fechas. Con esos únicos peros en rejones, Pablo cuajó una notable faena ante su primer toro.

Y ante el segundo astado, Pablo tuvo que entrar en terrenos peligrosos para arrancar embestidas que terminaban con el morito saliéndose hacia tablas.

La Puerta Grande se cambió por la de la enfermería, donde Pablo pasó para ser diagnosticado por los doctores sobre sus problemas en el brazo. Quizás no con orejas en mano, pero sí con la vergüenza torera que enfunda a las grandes figuras, por que mal o bien físicamente, el maestro del rejoneo siempre se caracteriza por estar a la altura y brindarse por completo a su publico.