LA Máquina va de bajada y sin frenos, por lo que en cualquier momento podría estrellarse.

El descalabro ante Santos no sólo significó para los celestes complicar su pase a la liguilla y meterse en problemas porcentuales, también dejó al descubierto la ruptura entre Tomás Boy y Matías Vuoso, polémica que la directiva buscó enfriar para mantener la armonía en La Noria, en la cual se respira tensión.

Tras dos días de las declaraciones del “Jefe” y del “Toro”, Cruz Azul no permite el acceso a los medios de comunicación, por lo que los reporteros montamos guardia para obtener alguna entrevista y saber cómo se encuentra la situación dentro del plantel.

Luego de una larga espera Chuy Corona, Víctor Vázquez y Jorge Benítez abandonaron las instalaciones cementeras evadiéndonos, nadie quiere hablar o al parecer esa fue la orden por parte de los altos mandos y así evitar que el problema crezca.

Parecía que nos iríamos en blanco, sin entrevista, lo que sería motivo de regaño en la redacción, pero el volante celeste Rafael Baca se detuvo, bajó de su automóvil y comenzó a repartir algunos autógrafos para posteriormente platicar con nosotros. Ante una decena de cámaras, micrófonos y grabadoras, el mediocampista aseguró que no ha existido una ruptura en el vestidor.

“No, para nada. El equipo está unido, todos nos llevamos bien, trabajamos juntos, no se ha visto alguna ruptura en el vestidor, lo que se vive es normal. Lo que pasó es entre Tomás (Boy) y (Matías) Vuoso, está entre ellos; nosotros seguimos trabajando y queremos hacer las cosas bien”, argumentó el camisa 22, quien a pesar de la insistencia de los medios no quiso pronunciar algún comentario sobre lo sucedido el fin de semana: “Yo de eso prefiero no opinar porque no quiero causar algún problema”, puntualizó. (Tonatiuh G. Trujillo/Fotos: Ramón Romero)