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23, abril 2016 - 23:51

┃ ESTO

Nota-Toros-El Payo

AGUASCALIENTES, Ags.- No puede uno estar en paz. Cuando no hay triunfos se culpa a todo lo que se mueva. Cuando los hay, también. La Monumental es la llave de otras muchas plazas del mundo cuando se triunfa en ella. No es necesario premiar por la necesidad de avivar el serial más importante de América, porque entonces se rebaja el mérito de triunfar en esta gran plaza. Aguascalientes es la feria más importante. En serio, no hay necesidad de restarle puntos. Presionado por estos factores, pensamos, el juez de plaza regaló orejas que no tenían merecimiento, descomponiendo en gran medida lo que en realidad pudo tener un gran peso. No hay felicidad completa, menos ficticia. En “Aguas” no debe haber medias tintas y menos discrepancias.

Tercera corrida que registró tres cuartos de plaza. Mucho viento al principio, pero se compuso mágicamente tras la actuación del rejoneador. Clima apacible, y como es de costumbre, ambiente taurino a tope.

GANADO PROPICIO

Se lidió un encierro de Montecristo, propiedad de Germán Mercado Lamm, muy bien presentado, de lujo, parejo en tipo y verdaderamente armonioso. No han estado a la altura de lo que se esperaba, pero tampoco han sido para abuchear. Pasa algo, hay toros que a veces esconden su verdadera personalidad, difícil de encontrar para algunos toreros.

NO ASEGUNDÓ

Don Lucio, toro de Bernaldo de Quirós para el rejoneador Emiliano Gamero, bien presentado, poco emotivo.

Ímpetu y deseos desmedidos para reafirmar el rabo que cortó el año pasado, lo cual no se consumó. Faena poco aseada de Gamero y con poco eco en los tendidos, ya que al rejoneador le costó  trabajo conectar con la gente. Tuvo momentos impresionantes, sobre todo cuando obligó al caballo a realizar la cabriola.

Alargó su actuación, mal matando.

Regaló un toro de El Junco; Lució más el caballista, más certero, más efectivo, espectacular y conciso. Actuación variada con su cuadra estrella, ofreciendo el pecho de las cabalgaduras al límite, más de verdad, nada con el rejón de muerte, nada de trofeos. Pero dejó mejor sabor.

ANTE LA POCA POTABILIDAD…

Giraldo para Alejandro Talavante. Cuando no hay bravura la ilusión de un torero se desvanece. Y aunque Talavane echó mano de recursos contra su estilo artístico, la falta de calidad y suma sosería y descaste de su socio lo obligaron a acortar faena ante el descontento del público. Concluyó de estocada y un descabello.

Abucheos al toro. Silencio al torero.

Guantero, el segundo de su lote. Por la misma tesitura el torero. Detalles hermosos que no alcanzaron a desfondar la emoción del público. Pero no es culpable el torero, sino la poca potabilidad del toro que únicamente le dio para bordar destellos.

Estocada y aplausos.

OREJA DE PESO

Mexicano se llamó el primero de Octavio García “El Payo”.

Más pronto el morito, con más codicia y celo; Octavio, que viene como navaja, se dio a torear con sobrado sitio y exigencia alcanzando notas altas, en el eco del público que supo valorar su labor de importante entendimiento. No fue lo suficientemente idóneo el toro como para que Octavio alcanzara a destacar más su toreo, pero sí dejó ver su gran potencial ante un bajo porcentaje de tela para cortar. Media estocada que bastó, petición de oreja que concede el juez. Trofeo que ya hacía falta para que esta feria pasara a números negros en cuanto a resultados artísticos. Hasta ahí todo iba bien. Oreja de gran peso.

Cuñado, se segundo de “Payo”, al que recibió con lances de sello payista. La faena ha quedado en la imaginación del torero por la poca raza que tuvo su oponente, que por el pitón izquierdo no terminó de romper y por el derecho fue totalmente deslucido. Octavio intentó de todas formas sin obtener resultados. Mal matando, se retiró en silencio y pitos para el toro.

TROFEOS EXAGERADOS

Buen Amigo, primer toro de Arturo Saldívar. Desde el inicio el torero echó la carne a la lumbre. De hinojos pegado a tablas saludó con faroles y tafalleras. Luego chicuelinas, toda entrega de Saldívar que ya desde ese momento se había echado al cónclave a la bolsa.

Tras el castigo de varas el toro cambió la intención y se quedó en el ya casi, yéndose a menos, acortado las embestidas.

Arrimón de Arturo que le reconoció el público.

Peñista se llamó el segundo de su lote. Toro engañoso que parecía bobo, cuando lo que en realidad deseaba era una muleta con poder. Y así, acudía a una muleta que solamente lo hacía pasar, poco lo supo aprovechar. Obediencia, fijo, hocico cerrado, mejor decidió seguir pasando por pasar.  ¡Vamos! Dame la espada que de nada sirve mi calidad. Aunque noblón, el toro no fue cabalmente aprovechado. Pases sueltos de Saldívar. Estoconazo soberbio.

La presión del público fue mucha para que el juez otorgara las dos orejas, qué falta de criterio y templanza. Aplausos al toro.

PELEA DE GALLOS

Por cierto, tocaron Pelea de Gallos dos veces, pero da lo mismo, ya la tocan por cualquier cosa. Ahora esta hermosa melodía es parte del repertorio de la banda de música, que se entona como una más. (Miguel Ángel García)