POR MANUEL GÓMEZ C.

FOTO: CLUB AMÉRICA

HUGO González se ha mantenido en la titularidad, luego del esguince que Moisés Muñoz sufrió en el tobillo derecho, en aquel partido que la Sub-20 del América disputó contra Xolos, correspondiente a la jornada 13. Ante dicha situación es el joven guardameta quien manda bajo los tres postes del conjunto azulcrema, y mañana tendrá la gran responsabilidad de jugar la final de la Concachampions frente a los Tigres de Ricardo Ferretti.

A sus 25 años, Hugo se muestra ecuánime. Ni cuando es titular se siente el mejor ni cuando es suplente, el peor. Es consciente que debe trabajar fuerte para crecer. Sencillez y humildad son sus principales valores: vuela como Águila, que es diferente a perder el piso.

En el actual torneo ha participado en siete partidos completos. Ingresó en cambio (77’) en la jornada 7, cuando empató 3-3 con Cruz Azul. Luego reapareció en la nueve, ante en la goleada sobre el Morelia de 4-1; en el triunfo sobre Chivas, de 1-2; en la victoria sobre el León de 2-1; en la visita a Jaguares que ganó 1-2; en la goleada sobre Xolos, 6-1; en la derrota en casa de Querétaro, 1-0; y ahora, en el tropiezo ante el Toluca (0-1). Suma 707 minutos, lo que habla de un desempeño bueno, y la semana pasada jugó la ida ante los Tigres, donde las Águilas vencieron 0-2. Ahora está considerado para jugar mañana, en la vuelta, frente a los pupilos de Ricardo Ferretti.

Al respecto, Hugo dijo: “Estamos bastante tranquilos. Sabemos que no tenemos nada ganado todavía. Si nos confiamos podemos perder en el Azteca, entonces la confianza es lo peor que nos puede pasar en este momento. Debemos estar tranquilos, porque hemos trabajado bastante bien. El miércoles queda definir el resultado”, explicó.

“Se ha demostrado en las finales pasadas que la gente juega un papel bastante importante. Va a ser bueno para nosotros ver el estadio lleno, apoyando y jugando su papel”, redondeó.

Hugo alerta a sus compañeros, sabe de la peligrosidad de Gignac, Sobis, Damm, Aquino y todos esos felinos, quienes seguramente tratarán de sorprenderlo lanzándole zarpazos con el propósito de que sean letales.