Hace cinco meses América intentaba remontar en semifinales un marcador adverso ante Pumas, pero no lo logró y además perdió a uno de sus pilares en el medio campo para el Mundial de Clubes. Javier Güémez sufrió fractura de tibia tras un aparatoso choque con su tocayo Cortés.

Tras la lamentable lesión, el jugador de los Universitarios nunca se comunicó con el sinaloense, situación que no le causa rencor al americanista: “Para nada, siempre lo he dicho, no hay resentimiento y las acciones hablan por sí solas. No lo tomo como revancha”, expresó el contención, quien pide un arbitraje objetivo, pues en aquella serie de semifinal el arbitraje de Isaac Rojas no estuvo a la altura, pues dejó pasar los supuestos insultos racistas de Verón sobre Quintero: “Sin duda, pediría objetividad de los árbitros; a veces no entendemos lo que piensa, creen que una patada tiene menor fuerza que una mentada, a veces no entendemos su criterio”.

Para concluir, Javier aceptó que los “clásicos se juegan a muerte”, pero este será especial, ya que “queremos estar en la parte alta de la tabla, nos conviene sumar de tres puntos porque aseguramos cerrar la serie en casa, así que los muchachos buscarán ganar”.

Para concluir, Güémez aceptó que se encuentra en la etapa final de su recuperación: “Va muy bien, estamos dentro de los tiempos y ahorita estamos en la etapa final. Son muchos factores, habría que reflexionar, arriesgar uno o dos partidos y dejar todo lo que hemos mejorado”.