La alcaldesa de Las Vegas, Carolyn Goodman, aseguró que esa ciudad tiene altas probabilidades de convertirse en la nueva casa de Raiders de Oakland y que todo dependerá de que el estado de Nevada maneje bien el proyecto.

El propietario de los “malosos”, Mark Davis, tiene entre manos construir un nuevo hogar para su equipo, el cual sería un recinto techado con capacidad para 65 mil espectadores y presupuesto de 1.4 mil millones de dólares.

La semana pasada, “la capital mundial del entretenimiento” estrenó la Arena T-Mobile, con aforo para 20 mil aficionados, y en un futuro podría darle la bienvenida a otro gran inmueble que no sólo albergaría partidos de NFL, sino también de la Major League Soccer (MLS).

“Raiders vendrá si Nevada maneja esto correctamente. Sé que tendremos un equipo. Estamos recibiendo llamadas de fuera de la región que ofrecen ayuda para la financiación del estadio en Las Vegas”, reconoció Goodman.

En entrevista con el programa radiofónico “Capital Games”, la alcaldesa descartó que el principal obstáculo de este plan sea la cuestión económica, consciente de que 500 millones de billetes verdes los patrocinaría el propio Davis.

De esos 500, 200 provendrían de un préstamo hecho por la NFL; otros 150 serían aportados por un corporativo y 750 más tendrían que salir de impuestos al turismo, aunque la legislatura estatal tendría que aprobar dichos fondos.

Asimismo, la mudanza estaría sujeta a una votación de la Liga, en la cual 24 de los 32 equipos tendrían que dar su visto bueno, para así concretar la reubicación del conjunto “negro y plata”, que también fue candidato a moverse a Los Ángeles, aunque a final de cuentas Carneros le ganó la sede.