LEÓN.- Y la cosa no mejoró.

Si la directiva del León creyó que en la venta libre mejoraría la asistencia de aficionados en las taquillas, se equivocó.

Los hinchas felinos que solían pelearse por un boleto para ver a su fiera en Liguillas, desaparecieron. Aquellos que aguantaban formados hasta más de 2 horas bajo el castigo del sol por una entrada, ya no están.

El León versus Pachuca de semifinales no es un partido de alto interés para los leoneses, así ha quedado demostrado en esta venta de boletos digna de fecha 3.

“Quizás sea por los costos que sí están muy elevados, pero también tiene que ver con el espectáculo que está ofreciendo el equipo con Tena, esta vez el equipo no está muy ilusionado como en otros torneos”, señaló un aficionado, quien añadió que fue por sus entradas porque “yo apoyo a mi equipo porque me interesan más los resultados y el equipo está en semifinales”.

Otros aseguran que la baja respuesta de la gente se debe única y exclusivamente a los altos costos, pues tan sólo el ticket más caro para la vuelta en el Hidalgo es el más barato para la ida de este jueves.

“Es por eso, yo puedo comprarlos porque mi chamba me lo permite, y eso que tendré que hacer unos sacrificios, pero mucha gente no puede comprarlo, la directiva no se fija en eso y pues si no se llena será su culpa”, dijo Miguel, hincha de 26 años de edad que se llevó sus tres entradas de Puerta 10.

Y es que incluso hasta la logística de venta cambió. Antes sólo se podían adquirir un máximo de dos boletos por persona, hoy se pueden comprar hasta ocho sin ningún problema.

“Yo pregunté cuántos podía comprar para no formarme varias veces y me dijeron que los que quisiera, compré ocho, para toda la familia. Sí es extraño que no haya mucha gente, de hecho yo por eso vine temprano y me voy temprano”, precisó don José Rodríguez, quien hasta tuvo el tiempo de dejar su auto sobre el bulevar López Mateos sin que nadie le dijera nada, esto tampoco se podía hacer antes.

A lo largo del día la venta libre no cambió, fue lenta, con personas arribando a las taquillas sin mayores sobresaltos, sin la presión de la reventa y sin perder más de cinco minutos. Hubo un momento en el que habían más representantes de los medios de comunicación que aficionados en las taquillas. (Omar Oseguera/ Foto: Eduardo Maceira/ ESTO del Bajío)