POR GUILLERMO MARTÍNEZ G.

Son brillantes durante sus rutinas.

Alegres y en un gran equipo, son las juveniles de nado sincronizado quienes se están preparando para el Campeonato Mundial, que se llevará a cabo en Rusia en agosto.

Ultimando los cambios pertinentes, las chicas siguen las indicaciones al pie de la letra para que les salgan lo mejor que se pueda las coreografías.

Bajo el mando de las entrenadoras Olga Asseva, Ariadna Medina y otra nueva que se acaba de integrar, las chicas son Fernanda Lara, Daniela Estrada, Camila Toscano, Julieta Aguilar, Karen Soto, Alejandra Moguel, Ana Paula Martínez, Vanessa Gómez, Erandi Aguirre, Madison López, Diana Nuñez, Glenda Inzunza se guían a través de la música para hacer figuras en la alberca.

En solo, equipo o en doble, las sirenas disfrutan y aprenden a dosificar sus cuerpos con gymnasia y movimientos en cada ejecución. Mejorando cada detalle para que se expresen mejor en el agua.

“Es un crecimiento muy notorio en todo el equipo, ya que todas ponen lo mejor de sí, mientras entrenan. Afortunadamente hemos recibido buenas críticas a nivel internacional y eso las anima para continuar creciendo en esta disciplina”, comentó Olga.

Por ello ejercen trabajo de casi seis horas para llegar de la mejor forma en el Campeonato.

“Tienen la meta clara de que es momento de alcanzar estar entre los primeros lugares. Saben el precio que tienen que pagar desde que son seleccionadas, pero lo aceptan y ellas mismas se van formando sus propias reglas para estudiar y entrenar”.

La disciplina con las ondinas comienza desde muy temprano, así es la exigencia del nado sincronizado.

“Ellas van hacia arriba para después ser parte de la mayor. Por eso venimos siguiendo un proyecto desde que están pequeñas. Ellas mismas han escogido su forma de vida en el alto rendimiento. Viven diferente, y no sé si sea sacrificio o una diversion, pero sí es otra forma de vida”.

La música las envuelve, la sienten, vibran cada instante de las melodias. Quieren ser audaces y se apoyan entre todas. Sus cuerpos se están adaptando a las exigencias del deporte. Eso las hace ser protagonistas en cada presentación.

Flexibles, con las entrenadoras guiándolas a mejorar sus retos. Con una concentración donde primero enfrentan el miedo, pero después solas se desenvuelven porque es lo que les apasiona.

Posteriormente tendrán un Panamericano en septiembre, y luego un selectivo para que formen parte del equipo mayor.