POR MIGUEL ÁNGEL MÚJICA/@MigueleldelEsto

FOTOS: JESÚS TÉLLEZ/@Tellezfoto

ENVIADOS ESPECIALES

APODACA.- Rayados se fue motivado de Monterrey.

Su gente no lo abandonó, a pesar de la lejanía del aeropuerto, los aficionados hicieron el sacrificio para decirle hasta luego a su equipo que partió rumbo a la final de ida en Pachuca.

El “¡Vamos, vamos Rayados!” retumbó por todos los rincones de la terminal aérea.

El primero en llegar fue Luis Miguel Salvador. Los aficionados le recordaron el objetivo, el presidente aceptó el reto y entró con la responsabilidad en la espalda.

Los cánticos aumentaron, la gente se dejó sentir y en el panorama se visualizó el camión.

“¡Ya vienen!”

Y sí, el transporte se detuvo en la entrada principal.

El primero en bajar fue el líder de los regiomontanos.

Antonio Mohamed bajó y se llevó el cariño de la gente. Tony fue arropado, firmó un par de autógrafos y tomó rumbo a la puerta. El “Turco” se dejó querer, todos lo ven como el icono del equipo.

Atrás de él sus auxiliares bajaron y después comenzaron los jugadores.

Miguel Herrera Equihua, Édgar Castillo, Efraín Juárez y Luis Pérez continuaron.

Después apareció José María Basanta, el apoyo fue total. Los seguidores envolvieron al capitán con abrazos y buena vibra. El Chema llevaba la sombra de sus dos alumnos más avanzados. Hiram Mier y César Montes fueron apapachados.

La locura fue total cuando los ofensivos bajaron. Rogelio Funes Mori, Dorlan Pabón y Edwin Cardona fueron los más queridos. A los tres la gente se les fue encima y ellos caminaron rápido para no llegar tarde a la puerta de abordar.

Los últimos que bajaron fueron Neri Cardozo, Walter Ayoví y el canterano Bernardo Hernández. Éste último permaneció unos minutos porque olvidó su identificación, su mente está en la final.

Así se fue Rayados, con la ilusión en el rostro y el apoyo de sus hinchas que esperan verlo campeón el domingo que viene.