México, 29 May (Notimex).- La Copa América Centenario 2016 será determinante en la continuidad del técnico alemán Jurgen Klinsmann al frente de la selección de Estados Unidos, equipo que será local y está obligado a ofrecer una actuación aceptable.

Nada sencillo ha sido para el estratega teutón este nuevo ciclo mundialista, tras quedar fuera en octavos de final en Copa del Mundo Brasil 2014, los resultados y el funcionamiento han estado lejos de las exigencias.

Primero, se quedaron en semifinales de Copa Oro 2011 y, posteriormente, perdieron el pase para disputar la Copa Confederaciones Rusia 2017 a manos de México, un duro golpe en todo el proyecto.

Además, en la eliminatoria de la Confederación de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe de Futbol (Concacaf) no han sido el equipo imponente que solían ser en estas instancias y aún están en pos de su boleto al hexagonal final.

Quizá nadie esperaba que fuera tan difícil la ausencia del gran referente del futbol estadunidense, Landon Donovan, porque más allá que Clint Dempsey es un gran jugador, no es capaz por sí solo de inclinar la balanza a favor de su equipo.

El cuadro de las “barras y las estrellas” está en un grupo bastante complicado, ya que deberá verse las caras con Colombia, el 3 de junio, en San Francisco, California.

Su segundo duelo es el día 7 en el estadio NRG de Houston, con Costa Rica y cerrará la primera ronda el 11, en el Lincoln Financial Field de Filadelfia, donde medirá fuerzas con Paraguay.

En caso de avanzar, el cruce es con los representativos del Grupo B, que integran Brasil, Ecuador, Haití y Perú, en la que los dos primeros se perfilan como candidatos para avanzar.