POR RAFAEL HUESCA GONZÁLEZ

Como si se tratara de un sueño o el tiempo hubiese retrocedido, varios de los integrantes que conformaron los cuadros del Celaya y Necaxa de aquella final de la temporada 95-96 donde los Rayos se coronaron campeones de la liga pisaban el césped del aún estadio Miguel Alemán Velasco para realizar un entrenamiento previo al partido que hoy sostendrán en honor de Emilio Butragueño, evento en el que también se develará una placa con el nombre del español, lo que oficializará que el coloso cambió de nombre y adoptó el del referente del Real Madrid.

Algunos jugadores hicieron un trote por los costados del terreno de juego, otros entre los que se encontraba Emilio hicieron torito y más que otra cosa convivieron con sonrisas peloteo y algunos tiros al arco, en ocasiones dominaron el balón y dieron un buen espectáculo a los seguidores presentes.

Veinte minutos duró el ejercicio para Butragueño, quién corrió directo al vestuario para darse una ducha y salir limpio a atender a sus fans quienes ya coreaban su nombre.

Entre los exjugadores de ambos equipos pudimos observar a Tiba, Richard Zambrano, Amarildo, Iván Hurtado, al profesor Juan Manuel Álvarez, Raúl Arias, Chava Cabrera, Becerril, Alex Aguinaga, hasta el buen masajista Juanito Luna estaba como en sus buenos tiempos reparte y reparte agua.

Aguinaga, Cabrera y Becerril al más puro estilo de los años mozos de los Rayos jugaron tenis-balón, algo que practicaban todos los días al final del entrenamiento en las instalaciones de Cuatitlán Izcalli, en el Estado de México.

Al finalizar su recreación, se dieron tiempo para tomarse la foto del recuerdo con Emilio Butragueño, el “Chango” Moreno y el empresario Guillermo Lara, quién es el responsable directo del homenaje al exjugador y ahora directivo del Real Madrid.