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3, junio 2016 - 19:35

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Nota-Beisbol-Diablos-

POR ALFREDO VALVERDE VERDEJA

ENVIADO ESPECIAL

MONTERREY, NL.- Los Diablos Rojos del México no pierden la ocasión de promocionar su nuevo estadio -sin tener una fecha exacta para inaugurarlo- y ahora fue durante la Asamblea de Presidentes de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) que se reunieron en el piso 17 de un hotel muy moderno de esta ciudad.

La directiva de los Piratas de Campeche -sede del próximo Juego de Estrellas en 2017- no asistió, tan sólo su gerente Gabriel Lozano hizo acto de presencia, pero no pudo entrar a la reunión, donde solamente los dueños o presidentes de cada club tuvieron acceso.

Al no existir un reporte de los avances para la siguiente justa de media temporada, los directivos decidieron aceptar la propuesta de la novena capitalina, quien en un principio junto con Tijuana pidieron celebrar el Juego de Estrellas del 2017.

No se obtuvo una respuesta inmediata, y se espera que para el mes de septiembre se obtenga una respuesta definitiva durante la Convención de Beisbol Mexicano a celebrarse en Oaxaca.

DUDAS

Othón Díaz, gerente de los Diablos Rojos, manifestó que se han topado con pequeños detalles que han atrasado la construcción del nuevo inmueble. “No contábamos toparnos con que por siete días o más no puedan entrar al Autódromo los camiones con los materiales que necesitamos para edificar el nuevo estadio”.

Además, habló de los cuidados excesivos que deben tener a la hora de transitar por la pista de los Hermanos Rodríguez, para no maltratar el piso.

“Es un compromiso terminar lo antes posible el nuevo estadio, no quiero dar una fecha exacta, pero estará listo en el 2017”, agregó el directivo escarlata, quien mencionó que para el próximo fin de semana cuando reciban a los Tigres de Quintana Roo, se volverán a instalar las gradas que se colocaron en los encuentros de Grandes Ligas entre San Diego y Houston.

Los boletos se pondrán a la venta este día y la gente solamente podrá adquirir una máximo de cuatro para solamente un partido, en su afán de detener la reventa.