SCOTTSDALE.-Un despedida como él se merece es la que tendrá el ex pugilista Muhammad Ali, quien será trasladado a su natal, Lousiana, Kentucky para recibir los servicios funerarios en donde la familia será la primera en rendirle tributo y después la multitud le dará el último adiós al “más grande de  todos los tiempos”.

Asimismo  y a través de las nuevas tecnologías, a través del internet se transmitirá el funeral del más grande boxeador de la historia.

Así lo mencionó el vocero de la familia, Bob Gunnel, quien aseguró que Ali “será recordado como el hombre que nunca tuvo miedo nada a la vida, en ninguna circunstancia y en ningún momento”.

Los servicios funerarios comenzarán el 10 de junio en el Kentucky YUM! Center, con la familia y después para todas las personas que deseen despedirse del tres veces campeón del mundo.

El recorrido del adiós será por Louisville, en Kentucky, la ciudad que lo vio nacer y que se lo heredó al mundo, por lo que los ciudadanos de la urbe le rendirán tributo a su hijo prodigo.

“Después de la ceremonia luctuosa habrá un recorrido fúnebre por las calles de Louisville para que reciba los respetos, la veneración y el homenaje propia de una de las figuras más relevantes en la historia de todos los deportes”.

Gunnel también adelantó que una de las calles de aquella ciudad llevará su nombre y la transmisión de los servicios funerarios se podrá en cualquier parte del mundo a través de www.alicenter.org.

 Tributo al más grande

Con la partida del más grande boxeador de todos los tiempos, el mundo se ha quedado paralizado, pero los aficionados respondieron inmediatamente a las muestras de cariño hacia Cassius Marcellus Clay.

En busca de darle un inolvidable adiós, la gente comenzó a tapizar los alrededores del hospital en donde falleció el ícono del boxeo mundial la pasada noche del viernes.

Flores, veladoras, mensajes y fotografías ilustraron brevemente el enorme legado que deja al mundo boxistisco y a la humanidad,  no solamente a los estadounidenses.

En pro de iluminar su camino al otro mundo, algunas veladoras encienden el pequeño altar que se ubica por un costado del nosocomio.

Con mensajes de “no es un adiós, sino un hasta luego”, la gente agradeció su herencia.

“Por ti soy lo que soy, todo un ganador del presente, un ganador de la vida”, fue poco de lo que se pudo leer en una hoja tamaño carta.

Sin importar los 45 grados Celsius, algunos curiosos y medios de comunicación reportaron al hospital en donde a manera de tributo, el transporte público toca sus claxons cada vez que circula por la zona.

Ali se va y con él se incrementa la leyenda, dijo un aficionado polaco que lo vio triunfar en su incomparable carrera boxistica junto a algunos guantes del ex pugilista, que en vida le regaló. El adiós a un grande está por comenzar.