POR ALFREDO VALVERDE VERDEJA / ENVIADO ESPECIAL

MONTERREY, NL.- El pitcheo ha sido sin duda el factor principal para que los Acereros de Monclova comanden la zona norte, José Oyervidez, Josh Lowey encabezan la rotación abridora, pero muchos de sus triunfos no habrían podido concretarse de no tener un buen cerrador como el venezolano Arcenio León.

El actual campeón de la división del norte, en los últimos años había pasado dificultades, pero ahora confiaron en un relevista que hasta el año pasado tan sólo era preparador. Actualmente Arcenio acumula 21 salvamentos, y encabeza este difícil departamento.

“Este es mi primer año como cerrador, en el invierno pasado con las Águilas de Zulia me dieron el chance de cerrar cinco juegos porque en ese día el cerrador no estaba en condiciones de hacerlo y me tocaba salvar”, expresó el venezolano previo al Juego de Estrellas.

“Mi primera temporada aquí me he sentido muy bien. Era un preparador, entraba en el séptimo u octavo inning. Es mi primera vez cerrando juegos y me ha gustado mucho”, agregó el cerrador de los Acereros.

No ha cumplido ni un año como apagafuegos, porque antes su función era otro.

“Si se siente un poquito el cambio, es más presión cuando viene el último inning, tú sabes que faltan tres outs para que tu equipo gane. Muy diferente al ser preparador porque tiras la séptima u octava entrada y otro tiene la responsabilidad de finalizar el juego”.

Al preguntarle cuáles han sido los ajustes en su nuevo puesto, mencionó: “Lo que tienes que hacer es entrar y atacar la zona de strike, tirar la pelota por ahí para que ellos hagan el swing y tener algo de malicia. Debes adivinar lo que está esperando el bateador para no cometer un error y sacarlo”-

Su recta supera las 95 millas por hora- “Gracias Dios que me ha dado ese privilegio de tirar hasta 98 millas. Me he sentido bien con los Acereros, me prepara día a día”.

Es primero de Danilo León, pitcher venezolano que estuvo hace algunos años en el beisbol mexicano.

Batalló mucho con su control y eso le afectó en su paso por la Unión Americana, donde formó parte del roster de 40 por tres campañas, pero su peor enemigo fue el descontrol.

“Ya no me siento un tirador como era antes, sino un pitcher capaz de dominar la zona de strike”.

Medias Blancas de Chicago fue su último equipo en el 2015, le prometieron que seguiría con ellos, pero nunca le hablaron. Estuvo como refuerzo en la Serie del Caribe con los Tigres de Aragua. Hubo interés de varios equipos de la LMB, y él optó por firmar con los Acereros de Monclova.

Recalcó que tienes que tener sangre fría para que la presión no acabe con él. “Yo trato de venir por ahí, para salir del problema rápidamente.