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2, septiembre 2014 - 9:01

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POR DANIEL CHANONA
CORRESPONSAL

LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, España.- Uno más y a Barcelona. Con lo que tiene, y como quiso, México consiguió su primera victoria del Campeonato Mundial de Baloncesto España 2014.
Prudente 55-79 ante una camaleónica Angola que se opacó enseguida del primer cuarto. Triunfo igual y contra el miedo. Impensable era el tropiezo. Victoria de raza, pero ojito con Australia (miércoles, 6:30 h. TCM)

EL PARTIDO

Cuatro puntos de Gustavo Ayón adelantaron a México por vez primera en el partido (4-5). Angola corrió con libertades sobre la pista en el primer cuarto, propiciadas por el vuelco ofensivo del equipo mexicano, que se vio mermado a dos minutos del comienzo, cuando Joaquim acertó en la contra para luego hacerlo en reiteradas ocasiones, hasta el ingreso de Parada quien resolvió el rebote a favor del Tricolor.

De arranque, Héctor Hernández no la pasó bien, sin embargo a la postre resultó fundamental para el avance. En los albores probó lances triples pero erró, advertencia de su potencial. Recortó distancias cuando Angola ganó terreno por cinco de ventaja.

Alguna gracia tuvo pujar al frente. Sobre Ayón se marcaron faltas personales que beneficiaron la propuesta nacional. El pívot nayarita precisó el tiro libre con 100 por ciento de efectividad. Hasta entonces la mayor virtud del combinado azteca.

Si Valdeolmillos encontró refugio fue en el ojo clínico y sacrificio de Román Martínez. Proyectó seguridad defensiva, aportó en el bloqueo y definió con sutileza los tirones en ataque (+9).

Finalmente, y luego de abonar 10 puntos al partido, Francisco Cruz pasó de único a complemento, situación que obligó dos tiempos muertos del quinteto africano en pro de la paridad descompuesta. México se despabiló, pero no dejar de catar al rival con pausas.

A cinco minutos del entretiempo Gustavo Ayón emparejó (27-27), liberó a Gutiérrez en el cuerpo a cuerpo para que al chihuahuense le retribuyese el esfuerzo, y liquidó el segundo cuarto de la contienda; 35-36. Mínimo, pero oportuno adelanto al medio tiempo.

La indicación llegó desde el banquillo. Máxima concentración. México no partió al vestuario. Se dedicó a realizar ejercicios de rutina. La mente en la cancha, y nada más. Rotaciones en menor medida. Con antelación quedó probado que variantes no habría muchas y atenerse a lo exhibido era lo indicado. Así lo hizo Valdeolmillos, escoltado por Ayón. La conversación del lunes entablada entre ambos surgió efecto.

Confianza es la palabra, y México la tuvo reanudado el encuentro. Se adelantó por 14 puntos en el ápice de su rendimiento (43-57) con loables contribuciones de Hernández (+11) en el tercer capítulo. Estuvo fino. Los topes del principio engrasaron su muñeca. Angola es un equipo cambiante. Dio chispazos de imprudencia y otros tantos de noción. Versión mermada de su convicción. Subsistir frente a un adversario que acechó “tiempista” y asertivo les fue imposible.
Stoll marcó la movilidad en el lapso final, donde México estuvo imparable. Con tino próximo y retirado. Máxima diferencia de 26 unidades a 30 segundos de la culminación del juego; 55-79 el apunte definitivo.

ANGOLA 55 (20+15+10+10): 4.- Cipriano, 5.- Costa, 9.- Joaquim, 14.- Barros, 15.- Mingas -cinco inicial-; 6.- Fortes, 7.- Ndoniema, 8.- Santos, 10.- Gomes, 11.- Moore, 12.- Moreira.
MÉXICO 79 (15+21+21+22): 5.- Ramos, 7.- Gutiérrez, 8.- Ayón, 9.- Cruz, 12.- Hernández -cinco inicial-; 4.- Stoll, 6.- Martínez, 11.- Meza, 15.- Parada