La selección de Argentina, que selló el viernes su pase a los cuartos de final de la Copa América por la goleada a Panamá (5-0), realizó su último entrenamiento en Chicago antes de partir a Seattle, donde se mide el día 14 a Bolivia.

Los titulares del encuentro ante los panameños hicieron trabajo regenerativo, mientras que los suplentes y los no utilizados practicaron con un grupo de chavales del equipo local de la Universidad de Illinois.

El ambiente del entrenamiento fue muy relajado y Lionel Messi, autor de tres de los cinco goles, se hizo fotografías con alguna joven seguidora.

El grupo sigue pendiente de la evolución de Ángel di María, al que realizarán pruebas médicas para determinar si las molestias que le obligaron a abandonar el choque ante Panamá son consecuencia o no de un desgarro.

Horas más tarde, Argentina partió en avión desde Chicago hasta Seattle, en un largo viaje de unas cuatro horas de duración. Seattle, meca del estilo musical grunge, está considerada además la ciudad más futbolera de Estados Unidos y allí, Argentina se medirá el martes a una eliminada Bolivia en el último partido del grupo D.